martes, 21 de abril de 2009

BONSÁIS ¿ARTE O MUTILACIÓN?


Fuente: CRÓNICA VERDE por César Javier Palacios 17 de Abril


Bonsái significa “naturaleza en bandeja”, pero en realidad son ancianos mutilados servidos en bandeja.
En China, de cuyos templos taoístas es originaria la técnica de lograr enanos centenarios, también existía la costumbre milenaria de deformar los pies de las niñas desde su nacimiento para dejarlos mínimos. Entonces les parecía bonito y hoy por suerte están todos de acuerdo en que era una salvajada. Sin embargo, seguimos haciendo lo mismo con los árboles, reducirlos a la mínima expresión de su confinamiento en macetas por meros motivos estéticos.
Y yo, que amo a los árboles como son, grandes y pequeños, lejos de tiestos, no entiendo esta afición de amputaciones a tijeretazos que muchos consideran un arte.
La última barbaridad se ha perpetrado en Asturias. Allí un leonés aficionado a meter en palanganas a los árboles para disfrutarlos en el cuarto de estar de su casa descubrió un pequeño tejo centenario (Taxus baccata) en lo alto de un roquedo solitario. Tras 800 años de desigual lucha contra los herbívoros, el valiente ejemplar había logrado sobrevivir gracias a una sorprendente adaptación. Se había transformado en un veterano diminuto. Era una joya natural, minimizada por el ataque constante del diente de cabras y ciervos. Hasta que llegaron los amigos de los bonsáis y decidieron “rescatarlo” de la montaña, convirtiéndolo en un Yamadori.
Podado por el famoso especialista Kevin Willson, quedó reducido a 70 centímetros de altura. Bello por naturaleza, el pobrín fue inocente protagonista del XXV Congreso Internacional de la Asociación Europea de Bonsáis, celebrado el pasado mes de marzo en Lorca (Murcia).
Arrancado de Picos de Europa para acabar en un plato, sigo sin entender dónde está el arte de semejante destrozo. Por suerte no soy el único. Mi amigo Ignacio Abella, una de las personas que más saben de árboles en España, está escandalizado, indignado, y ya ha denunciado este rapto a la Guardia Civil, pues el tejo está protegido. Lo que más le enoja es que no se entienda cuál es el importante papel de estos viejos diminutos en el medio natural y se piense que arrancándolos, expoliándolos, les hacemos un favor.
¿Cuántos intentos de bonsái se mueren entre las tijeras de podar? ¿Cuántos siglos de vida le habremos robado a éste y otros excepcionales seres vegetales como él? ¿Tan difícil es disfrutar de la Naturaleza como es, sin intentar mejorarla, lisiarla o secuestrarla?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues mira, creo que tienes razón y que deberíamos hacer lo mismo al que propicia tal actitud, pero no sólo al "bonsaista", también al que por analogía hace una práctica similar.
Hay que mutilar al mutilador, al que corta el cesped de los jardines, el de los campos de fútbol, ( te gusta el fútbol? ), al que poda los árboles de las ciudades, coño déjelos crecer, si tienen tierra por abajo, que se desarrollen en la misma proporción por arriba!!! son libres y tienen espacio suficiente... al que poda los frutles... mira que podar para que hagan mejor y mayor producción, ( te gusta la fruta? ), habría que cortar los pies a quien arranca de cuajo árboles para recalificar terrenos y hacer urbanizaciones, ciudades, pueblos ( en tu casa que había antes? ), a aquellos que convierten naturaleza viva en objetos inertes ( tu cama es de madera?, tus sillas? ), o pisar a quienes destrozan montañas para mejorar carreteras ( te gusta conducir?, comprate un bmw ).
Antes de opinar uno que pretende ser profesional debe documentarse y evitar disparates.
El bonsai no se mutila, el bonsai no está en el salón de casa... El bonsai es una práctica milenaria en la que la planta se adapta a su medio, se la poda, abona, riega; como en todo habrá alguna actuación que pueda ser reprochable, pero no es general. El árbol bonsai vive en total equilibrio con su medio de vida y es una filosofía que hace al quien la practica, sentir muy de cerca la naturaleza.
Ale, a pasarlo bien