OBITUARIO PEDRO URIBE-ECHEBARRÍA
El hombre
clave que describió la riqueza botánica
de Álava
FRANCISCO GÓNGORA
EL CORREO. VITORIA. Jueves 10.10.13
La muerte trágica y repentina de
Pedro Uribe-Echebarría (Vitoria, 1953) conmocionó ayer a su familia, a sus amigos
y a todos los amantes de las flores y las plantas a los que este maestro de la
naturaleza inoculó la pasión por la botánica. “La gente, los alaveses, no saben
lo que han perdido”, confesó su amigo Pello Urrutia con el que ha trabajado
codo a codo en la identificación y catalogación de todas las plantas del
entorno mediante el método científico.
Uribe-Echebarría era desde hace
40 años la gran figura de la botánica florística en Álava, el científico que
más ha contribuido a conocer y preservar las plantas y a conservarlas. Sus
estudios sobre lo que hay en cada parque, en cada monte, en cada valle han
establecido las bases de las leyes que la protegen. Fue el creador e impulsor
del herbario VIT, uno de los catálogos de plantas más importantes de la Península
Ibérica y colocó a la botánica vasca a la altura de la madrileña y la catalana
con mucha más tradición.
Uno de sus últimos trabajos ha
sido el catálogo de las plantas de los Montes de Vitoria, herramienta básica
para la declaración de parque natural. Su contribución ha resultado esencial
para valorar la gran biodiversidad de Álava y su figura se ha proyectado en las
universidades europeas.
En un libro homenaje al botánico
catalán Pere Montserrat, al que consideraba su maestro e inspirador,
Uribe-Echebarría hacía un recorrido por la historia de la botánica vasca, sus
hitos y sus personajes principales como Jean Prevost, Prestamero, Xabier de
Arizaga o Lacoizqueta. También tenía un recuerdo especial para su ilustrador y
amigo Iñaki Zorrakin, fallecido prematuramente en 2004.
Mapa de vegetación
Inició sus pasos de la mano de la
Agrupación para el Estudio y Protección de la Naturaleza (AEPNA), integrada en
el Consejo de Cultura de la Diputación y elaboró con Bernardo Catón, el “Mapa
de Vegetación de Álava”, una obra a la que siguieron docenas, destacando sus
“Claves ilustradas de la Flora del País Vasco y territorios limítrofes”. Era
miembro del Instituto Alavés de la Naturaleza y trabajaba en el Museo de
Ciencias Naturales con alumnos como Patxi Heras, que ayer lamentó que “Pedro se
ha ido sin haber recibido el reconocimiento que la sociedad le debía”. Las
flores están de luto.
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