Las prímulas nos anuncian que la primavera ya no la para nadie,
y que tenemos que darnos prisa en plantar los árboles.
Las herramientas en el cuatro x cuatro con tracción de alubias
Plantamos para asentar el terreno del arroyo en tres líneas;
una primera de estaquillas de saúce, una segunda con alisos y fresnos
y una tercera con avellanos para poder coger mejor las avellanas.
En la parte de arriba abedules y endrinos
La idea es crear un corredor de ribera, que se cubra posteriormente
con la zarza y helecho. Así asentamos el terreno, tenemos flores
para las abejas, y un buen refugio para el alcaudón dorsirrojo.
Hay que cerrar de momento la zona porque si no los corzos
y nuestras desbrozadoras abonadoras, el burro y el caballo,
se encargarían de podarles antes de tiempo. En cuanto crezca la zarza
ya no hará falta el cierre o quedará embutido en la vegetación.
Hasta con puerta y todo para acceder;
la charca de anfibios aún hay que sopesar si es viable.
Por la tarde después de mojarnos por dentro intentamos poner
unas cajas nido pero lo dejamos para cuando escampase.
Ya vimos carboneros y herrerillos emparejados.
1 comentario:
BUEN TRABAJO...UN SALUDO
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