Estas dos láminas pertenecen al libro de la Editorial Plesa SM denominado Árboles y Hojas de la Colección la Senda de la Naturaleza,del autor Ingrid Belberg (1984). Durante el Inviernos los árboles de nuestros bosques se ven desprovistos de sus vestimenta, lo que les hace más difícil de reconocer. Sin hojas, ni flores nos debemos fijar en otras partes de su aspecto: en el tronco, tocándolo, calcar su corteza en un folio en blanco es un buen ejercicio que podemos con posterioridad incorporar a nuestro cuaderno de campo. También acercarnos y fijarnos en sus ramas, en sus brotes, en su yemas que les están saliendo. Con una buena guía y con estos pequeños detalles mencionados en esta entrada podemos reconocer los árboles de nuestro entorno más próximo.
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