Un verdadero vergel botánico lo que se esconde a ambos lados del sendero que serpentea el Cueto Ancino en León. Robles, tejos, hayas, serbales, arraclanes, cornejos, abedules, manzanos. y avellanos. La biodiversidad se erige en protagonista, con una regeneración natural asombrosa en un trayecto paralelo al arroyo Fito.
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