Se trata de fijar nuestra
postura ante las actuales circunstancias:
1)
Reducción de las emisiones de CO2
Pensamos que el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima
2021 – 2030) que el gobierno de España va a presentar a Europa antes de fin de
año, se queda corto y no cumple las expectativas de mitigar y reducir las
emisiones de CO2 para cumplir el Acuerdo de París y las recomendaciones
científicas de reducción de emisiones del IPCC para mantener la temperatura
media del planeta con un incremento inferior a 1,5ºC.
El Gobierno de España propone una reducción de un 20% para cumplir
dicha declaración mientras que nosotros
como organización planteamos una reducción del 60% en las emisiones de CO2.
Esta propuesta tiene la ventaja de que España emitiría para el 2030 una
cantidad de CO2 muy cercana a la capacidad de fijación que tienen nuestros
bosques. Este objetivo exigente pero realista se puede alcanzar con voluntad
política en el próximo decenio. También contemplamos la reducción al 0% del CO2
en el periodo 2030 – 2050.
2)
Autoconsumo energético.
Arba defiende el autoconsumo energético como una vieja aspiración
ciudadana para autogestionar la producción y el consumo. Además de la anterior
ventaja, conlleva el beneficio público de reducir la necesidad de
macroinstalaciones de producción y de redes de transporte. Con una
incentivación adecuada también puede ser un elemento importante en la lucha
contra la pobreza energética.
Sin embargo la disposición del PNIEC sobre “modelo de servicios
energéticos” se debe eliminar del texto porque puede conducir a que, en obra
nueva, los promotores, para aminorar costes de construcción, encarguen a
empresas de servicios la instalación de sistemas de energía renovable a cambio
de la facturación de la energía de por vida a los nuevos inquilinos, bloqueando
la posibilidad de autogestión.
También se debe incluir un punto por el que, para favorecer estos
sistemas, se obligue a los operadores a retribuir los excedentes de la
autogestión a tarifas minoristas equivalentes a las de adquisición en el mismo
punto.
3)
Descentralización de la energía y un solo mercado europeo.
En ARBA pensamos que el tener un mercado europeo de energía debe
tender a aminorar la situación de oligopolio que afecta, no sólo a España, sino
a otros países. Estas medidas deben ir acompañadas de mecanismos antitrust, con
el objetivo de evitar que se reprodujeran a nivel europeo los esquemas de
oligopolio que rigen en la mayoría de los países miembro.
El PNIEC hace previsión de nuevas conexiones eléctricas con
Francia que, aunque en este momento no sean necesarias por la capacidad
instalada, fortalecerán los esquemas de seguridad de suministro más necesarios
para la potenciación de la generación renovable.
Sin embargo el PNIEC debe vetar la importación de energía
producida con carbón para evitar hechos como las actuales importaciones de
energía producida en Marruecos mediante sus nuevas centrales de carbón.
Se deben eliminar del PNIEC las nuevas interconexiones de gas
natural con Francia y con Portugal porque al desincentivar el uso de
combustibles fósiles deberá caer la demanda y dejarán de tener sentido estas
estructuras propuestas en un PNIEC que mira prolongar al máximo el modelo
actual.
4)
Defensa activa y recuperación de la vegetación autóctona como mecanismo estable de
fijación de CO2 a largo plazo.
El PNIEC no hace una mención expresa de medidas que tiendan a
garantizar el mejor estado de la vegetación autóctona incluido el mejor estado
de los bosques naturales.
Cuando se refiere a la forestación y reforestación queda claro el
fomento antrópico de la regeneración natural pero no es igualmente claro en
cuanto a las prácticas de plantación y siembra.
Sería oportuna una
redacción más clara con mención expresa de plantación
o siembra multiespecífica de especies autóctonas de la zona a reforestar
y siempre tras estudio ecológico acreditado e independiente que identifique las
especies, la zonación, el mantenimiento y las técnicas a utilizar caso a caso.
También sería deseable en las zonas a forestar fomentar las
prácticas de regeneración natural, reduciendo la plantación o la siembra en
terrenos ex agrícolas y dejando que la naturaleza siga su ritmo.
Es necesario eliminar las menciones a plantaciones monoespecíficas,
como la nefasta propuesta de llenar las zonas inundables de choperas sin referencia
alguna hacia la conservación del bosque de galería y la del fomento de la
continuidad de los monocultivos de coníferas cuando habla de técnicas de claras
para mejora de rendimiento y de captura de CO2
Es muy bienvenido el punto sobre la regeneración de las dehesas
aunque, tras una identificación perfecta de las causas de su decaimiento, no
hace previsión alguna ni siquiera a título de ejemplo, de medidas a aplicar
para aminorarlas o evitarlas ya que la mayor parte de ellas son por
sobreexplotación. Aunque menciona el sobrepastoreo olvida la carga ganadera
intensiva y el sedentarismo del ganado, por lo que parece que no va a servir de
mucho la mera enumeración del problema que realiza el PNIEC.
El PNIEC no dedica al mantenimiento y la recuperación de la
vegetación autóctona casi ningún espacio y desde luego no el que merece su
importancia como único elemento de aminoración a largo plazo de las emisiones
de carbono, con una problemática de conservación cada vez más compleja. Además,
reincide en los monocultivos como solución de problemas variados como las
inundaciones, la demanda de madera, la fijación de CO2, etc.
En definitiva,
desde ARBA pedimos una reducción del CO2 del 60% en 2030 que conlleva una mayor
penetración de energía renovable, aminoración de dependencia energética, mejora
del empleo, beneficios para la salud y efectos positivos diversos sobre la
sociedad. Asimismo solicitamos una mejora en la redacción de numerosos puntos
que en el actual borrador reflejan una evidente tendencia a la continuidad del
modelo energético actual con el ánimo de alcanzar un uso de la energía más
responsable así como una mejor consideración de la vegetación natural, por la
importancia que ella tiene en la solución del problema del CO2 y del calentamiento
global.
No hay comentarios:
Publicar un comentario