FUENTE: El periodico de Catalunya, Begoña Arce, Londres 24/10/10
El legendario bosque de Sherwood en el que se escondía el heroico Robin Hood puede ser una de las víctimas del plan de austeridad del Gobierno británico. La ministra de Medio Ambiente, Carolina Spelman, está ultimando un plan para vender una buena parte de la masa forestal del país, que ahora es del Estado. Este otoño, Spelman presentará en la Cámara de los Comunes un proyecto para cambiar la ley por la que se rigen los llamados «bosques antiguos», como el de Sherwood, cerca de Nottingham, o el de Dean, en el condado de Gloucester. De ser aprobada la ley, árboles centenarios podrán ser talados para que las empresas privadas construyan campos de golf, parques temáticos o aldeas de vacaciones, entre otros negocios.
La venta afectará a la mitad de las 748.000 hectáreas de bosques tuteladas por la Comisión Forestal. Una fuente del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente consultada por el Sunday Telegraph ha presentado el plan de venta como «una manera de dar energía a nuestros bosques, poniendo la conservación en manos de las comunidades locales».
OPOSICIÓN GENERALIZADA
La venta afectará a la mitad de las 748.000 hectáreas de bosques tuteladas por la Comisión Forestal. Una fuente del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente consultada por el Sunday Telegraph ha presentado el plan de venta como «una manera de dar energía a nuestros bosques, poniendo la conservación en manos de las comunidades locales».
OPOSICIÓN GENERALIZADA
Organizaciones conservacionistas como el National Trust o la Royal Society for the Protection of Birds quieren garantías de que el paisaje forestal no se verá perjudicado y esperan que bosques de gran valor como el de Dean, el de Sherwood o el de New Forest escapen a la privatización. Los sindicatos ya han anunciado que se opondrán a la venta, porque una vez realizada «se impondrían restricciones y el público no tendría el mismo acceso que antes», ha declarado Allan Mackenzie, secretario del sindicato del sector forestal.
Las actuales leyes sobre la gestión de los bosques británicos quedaron recogidas en la Carta Magna de 1215 y algunas de las normativas son incluso anteriores a esa fecha. El Gobierno conservador de John Major estudió en 1992 la posibilidad de privatizar parte de los bosques, pero se echó atrás al ver la gran oposición que generaba. Ahora el nuevo ejecutivo de conservadores y liberales, embarcado en un recorte del gasto público sin precedentes, retoma el proyecto. El Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente ha cargado con una reducción del 30% de su presupuesto, uno de los mayores tijeretazos de los departamentos.
Las actuales leyes sobre la gestión de los bosques británicos quedaron recogidas en la Carta Magna de 1215 y algunas de las normativas son incluso anteriores a esa fecha. El Gobierno conservador de John Major estudió en 1992 la posibilidad de privatizar parte de los bosques, pero se echó atrás al ver la gran oposición que generaba. Ahora el nuevo ejecutivo de conservadores y liberales, embarcado en un recorte del gasto público sin precedentes, retoma el proyecto. El Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente ha cargado con una reducción del 30% de su presupuesto, uno de los mayores tijeretazos de los departamentos.
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