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Álava - El Correo.com
GENTE
Sherwood no se vende
Los británicos se rebelan contra su Gobierno y logran paralizar el intento de privatizar sus bosques públicos
23.02.11 - 02:35 -
LOURDES GÓMEZ LONDRES.
Los bosques de Sherwood continuarán siendo, como en tiempos de Robin Hood, propiedad del pueblo británico. La sociedad inglesa se ha movilizado contra la política gubernamental de recortes del gasto público y ha logrado su primera gran victoria en un terreno tradicionalmente conservador: los bosques y espacios naturales. Un variopinto colectivo, que agrupa desde lores y terratenientes a profesionales de clase media y estudiantes, ha conseguido paralizar la privatización de 258.000 hectáreas de monte y campo que gestiona la Comisión Forestal, un organismo estatal.
Son más de 1.500 bosques públicos con un valor estimado en 250 millones de libras (unos 280 millones de euros), que el Gobierno de David Cameron pretendía vender para recortar el déficit. El primer ministro conservador ha tenido que dar marcha atrás en su objetivo tras admitir que la gestión de la propuesta se planteó mal desde sus orígenes. «Lo siento. Me equivoqué», ha añadido la ministra de Medio Ambiente, la liberal-demócrata Caroline Spelman.
La campaña 'Salvar los bosques' se ha apuntado este gol al Gobierno británico. Sus promotores impulsaron la colaboración ciudadana en múltiples frentes, captando apoyos de la derecha y de la izquierda política, de organizaciones ecologistas, de asociaciones ecuestres y de los que simplemente disfrutan paseando por el monte o recorriendo en bicicleta las pistas rurales. También ganaron simpatizantes entre los que quieren preservar los recursos naturales. Cuando el número de firmantes en la web de la campaña sobrepasó el medio millón, Cameron admitió su derrota y anunció que abandonaba el proyecto de vender los bosques públicos.
Las clases medias inglesas han vuelto a demostrar a sus gobernantes que pretender cambiar su estilo de vida o sus tradiciones es perder el tiempo. Han abierto un segundo frente de resistencia en defensa de las bibliotecas municipales, objetivo también de la tijera presupuestaria. Los Ayuntamientos verán disminuida la subvención del Gobierno en un 27% para 2015 y están dando prioridad a servicios esenciales, como las ayudas a los mayores o discapacitados, en el reajuste de sus cuentas. Más de 400 bibliotecas podrían cerrar en los próximos meses.
Un grupo de voluntarios integrado por profesores, bibliotecarios y estudiantes ha creado la web 'Voces para la biblioteca', para dar cohesión nacional a la campaña. Cada día brotan nuevas protestas secundadas por los mismos estratos sociales moderados que hicieron posible, en mayo de 2010, la formación del Gobierno compartido por conservadores y liberal-demócratas.
«Hay que abrir los servicios públicos a un rango de proveedores que compitan por ofrecer un mejor servicio», defendía Cameron en el conservador 'The Daily Telegraph'. Y advertía: «Esto es una transformación. El Estado deberá justificar por qué opera como un monopolio. La diversidad es el principio más importante».
Pero la campaña de protección de los bosques públicos y las movilizaciones en defensa de las bibliotecas han expuesto inesperadamente un flanco del Gobierno al ataque político de ciudadanos poco dados a manifestarse en la calle. Cameron tendrá que vencer la resistencia de su electorado natural para llevar a la práctica su ambicioso programa de privatización de los servicios públicos.
Álava - El Correo.com
GENTE
Sherwood no se vende
Los británicos se rebelan contra su Gobierno y logran paralizar el intento de privatizar sus bosques públicos
23.02.11 - 02:35 -
LOURDES GÓMEZ LONDRES.
Los bosques de Sherwood continuarán siendo, como en tiempos de Robin Hood, propiedad del pueblo británico. La sociedad inglesa se ha movilizado contra la política gubernamental de recortes del gasto público y ha logrado su primera gran victoria en un terreno tradicionalmente conservador: los bosques y espacios naturales. Un variopinto colectivo, que agrupa desde lores y terratenientes a profesionales de clase media y estudiantes, ha conseguido paralizar la privatización de 258.000 hectáreas de monte y campo que gestiona la Comisión Forestal, un organismo estatal.
Son más de 1.500 bosques públicos con un valor estimado en 250 millones de libras (unos 280 millones de euros), que el Gobierno de David Cameron pretendía vender para recortar el déficit. El primer ministro conservador ha tenido que dar marcha atrás en su objetivo tras admitir que la gestión de la propuesta se planteó mal desde sus orígenes. «Lo siento. Me equivoqué», ha añadido la ministra de Medio Ambiente, la liberal-demócrata Caroline Spelman.
La campaña 'Salvar los bosques' se ha apuntado este gol al Gobierno británico. Sus promotores impulsaron la colaboración ciudadana en múltiples frentes, captando apoyos de la derecha y de la izquierda política, de organizaciones ecologistas, de asociaciones ecuestres y de los que simplemente disfrutan paseando por el monte o recorriendo en bicicleta las pistas rurales. También ganaron simpatizantes entre los que quieren preservar los recursos naturales. Cuando el número de firmantes en la web de la campaña sobrepasó el medio millón, Cameron admitió su derrota y anunció que abandonaba el proyecto de vender los bosques públicos.
Las clases medias inglesas han vuelto a demostrar a sus gobernantes que pretender cambiar su estilo de vida o sus tradiciones es perder el tiempo. Han abierto un segundo frente de resistencia en defensa de las bibliotecas municipales, objetivo también de la tijera presupuestaria. Los Ayuntamientos verán disminuida la subvención del Gobierno en un 27% para 2015 y están dando prioridad a servicios esenciales, como las ayudas a los mayores o discapacitados, en el reajuste de sus cuentas. Más de 400 bibliotecas podrían cerrar en los próximos meses.
Un grupo de voluntarios integrado por profesores, bibliotecarios y estudiantes ha creado la web 'Voces para la biblioteca', para dar cohesión nacional a la campaña. Cada día brotan nuevas protestas secundadas por los mismos estratos sociales moderados que hicieron posible, en mayo de 2010, la formación del Gobierno compartido por conservadores y liberal-demócratas.
«Hay que abrir los servicios públicos a un rango de proveedores que compitan por ofrecer un mejor servicio», defendía Cameron en el conservador 'The Daily Telegraph'. Y advertía: «Esto es una transformación. El Estado deberá justificar por qué opera como un monopolio. La diversidad es el principio más importante».
Pero la campaña de protección de los bosques públicos y las movilizaciones en defensa de las bibliotecas han expuesto inesperadamente un flanco del Gobierno al ataque político de ciudadanos poco dados a manifestarse en la calle. Cameron tendrá que vencer la resistencia de su electorado natural para llevar a la práctica su ambicioso programa de privatización de los servicios públicos.
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