viernes, 25 de marzo de 2011

BIOINDICADORES DE VIDA.

 En tiempos pretéritos, los presocráticos griegos consideraban, el agua, el aire, el fuego,  y la tierra, como preceptos fundamentales para la vida. Apenas hace una semana, la llegada de la estación primaveral supone el renacer de la vida natural y animal. Lo que aqui se relata tiene lugar al Sur de Cantabria " finita ", con un grupo heterogéneo de personas que se prestó a subir una montaña y bajar una colina.
 Migraciones: Por los alrededores de Somaloma, en la lejanía sobrevuela un bando de aves. La primera impresión, a vista de pájaro nos lleva a bautizarlos como gansos. Pero nuestro experto ornitólogo, pertechado de sus prismáticos nos avanza instantaneamente que se trata de un bando de cormaranes. La cercanía del pantano nos corrobora el dato.
 Parque Temático: En la cima obtenemos una panorámica  no tan futurista como algunos piensan. El interés general y el "desarrollo sostenido" que nos inculcan convierten los aledaños del pantano en torres inmensas de energia limpia. Nunca más adecuado el lema de Cantabria infinita.
 Gestación: ¡¡ Siento algo en mis manos !! Exclamaba un excursionista atrevido. Sumergido en una pequeña charca, los embriones de rana aprovechan el clima benigno para comenzar a despuntar a la vida.  La masa gelatinosa de puestas fue devuelta cuidadosamente para que a largo plazo el croar de las ranas compita con el susurro del viento.
 Primeras Flores: En plena umbría el diente de perro nos anuncia la buena nueva:  La primavera. La vida renace en el bosque, donde las hayas y los robles muestran aún las yemas en sus ramas. Los pétalos se abren con fuerza mostrando los estambres en pleno esplendor. Vida a raudales.
 Rastros bioindicadores:  Los huesos encontrados en distintos tramos del hayedo, principalmente de
rebaños de ganado suelto pastando por estas altitutudes, señalan la presencia de aves carroñeras. El buitre y el alimoche, principalmente, además de otras de porte considerable, sobrevuelan estos cielos en busca de alimento y cumpliendo con su labor dentro del ecosistema del bosque. En otro punto, también se encontraron los restos de un buitre muerto, por causas no tan desconocidas. 
 Manos curtidas: Una navaja y la experiencia de la vida son suficientes para trenzar un bastón improvisado en el que apoyarse durante la travesía. Las ramas de los árboles siempre dispuestas a socorrer a los más necesitados.
 Manos expertas:  Entrelazado entre dos dedos expertos, la yema del haya renace a la vida tan un intenso y duro invierno. En próximas fechas el paisaje se poblará de verdes hojas que le confieren una tonalidad diferente a la que nosotros vislumbramos.
 Manos traviesas: Nunca mejor aplicado el dicho que reza de la siguiente manera: el perro es el mejor amigo del hombre. El de la fotografía nos acompañó en todo el trayecto, desde Arroyal hasta nuestro destino e incluso viajó en coche a los confines de su  origen. Los pequeños bajitos que nos siguieron lograron con cierta pericia colocarle la gorra en su cabeza, para que no se le calentáran los " cascos ". 

 Panorámica blanquecina: La Naturaleza no entiende de límites, fronteras y cercados. El horizonte es nuestro fin. Las cumbres blanquecinas de la montañas palentina y Alto Campo fijan nuestra atención. Un simple dato de la dureza del clima por estas tierras.
 Omnipresente: Suspendido en el vacío, aletargada por el paso del tiempo, el narciso o capilote despunta en los distintos rincones que atravesamos en nuestra travesía. El amarillo resplandece por los caminos y praderas, otra señal de que la estación de la vida incia su andadura.
Molino colosal: Los Quijotes y Sanchos del siglo XXI  batallan contra otro tipo de enemigos. Son más reales y cotidianos que aquellos a los que se enfrentaban los protagonistas del manco de Lepanto, Miguel de Cervantes.Su lucha, al igual que la de sus semejantes, se libra en escenarios costumbristas que los más poderosos planifican con esmero.Quizás deben de considerar el dicho popular de estas tierras que dice así: " Quién echa pan a perro ajeno, te quedas sin pan y sin perro ".

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