Reencontrarse con estos agitadores de conciencias siempre resulta gratificante. Algunos de ellos y ellas incluso hacía mucho tiempo que no coincidían en un evento arbero. A los mejor, incluso, no habíamos coincidido desde la fiesta del 20 aniversario, hace ya diez años. Pero la localidad de Talamanca del Jarama nos recibió con calor y con un importante patrimonio que visitar durante el fin de semana.
Una primera vista a la fachada de su Ayuntamiento nos demuestra que en este municipio madrileño cobra cierta importancia el ladrillo. Un patrimonio importante por el que luchar y reivindicar su conservación en aras de un turismo sostenible.
No sucede lo mismo con esta otra Iglesia perfectamente conservada en una plaza del pueblo. Sus arcos, ladrillos y planta demuestran la importancia del arte mozárabe en la zona.
También cuenta con una zona ZEPA. Donde las avutardas campean a sus anchas ajenas al trasiego de los transeúntes. En esta ocasión nos conformamos con avistar una en la lejanía desde el punto en que nos encontrábamos. Pero, cuenta con una morfología geológica muy particular: como se pueden comprobar en la panorámica superior el pueblo no se vislumbra en ningún momento, queda como sumergido en el horizonte. Apareciendo en un plano lejano e infinito la Cabrera.
Una pequeña exposición con fotografías, cartelería, libros y revistas de la Asociación que cumple años en el Salón del Puente fue el punto fuerte del fin de semana. El marketing de los productos de los distintos grupos encontró su promoción durante la fiesta. Junto con la proyección de un documental elaborado por José Luis donde se narra la el origen y constitución de ARBA hasta nuestros días, contado por distintas personas que son y han sido miembros activos de la Asociación. Un boletín extraordinario para conmemorar el cumpleaños de la misma, verá la luz en próximas fechas, aún está en fase de imprenta. Al leerlo nos permite "bosquejar" lo que se cuece dentro de ARBA. Los conciertos, con tres tipos diferentes de música pusieron el punto y seguido a la noche del sábado. Previamente hubo una comida de Hermandad, con distintos platos para contentar a todo tipo de comensales.
No faltó a la cita, el arbataxi cargado de viandas suculentas que degustaron con esmerado mimo los asistentes. La matinal dominical endulzada con un desayuno tradicional sirvió para entablar un debate abierto entre los presentes hilando temas variopintos sobre la Asociación que nos acoge. Entre algunas de las conclusiones se encuentran las siguientes:
- Existen como tres décadas dentro de la Asociación.
- Mayor contacto con el resto de tribus. Descomocimiento de las labores que realizan.
- Posibilidad de crear dentro de la Asociación una consultora técnica.
- En todo grupo o colectivo son unos pocos los que tiran del resto.
- La labor de coordinación entre las distintas arbas y txirpiales ejercida por una persona que bien pudiera ser liberada para ello.
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