miércoles, 19 de septiembre de 2018

¿Y ahora qué?, ¿después del pino el eucalipto?. Txirpial


¿Y ahora qué?, ¿después del pino el eucalipto?

Todo monocultivo es muy vulnerable tanto desde el punto de vista ecológico como económico. 

Ecológico porque cualquier plaga puede poner en jaque a todo un inmenso territorio. Apostar todo a una sola carta siempre ha sido muy arriesgado.

Económico porque en este mundo globalizado apostar todo a un solo producto te hace enormemente frágil a cualquier cambio en el mercado.

Las enfermedades del pino en este país no son algo novedoso, desde los últimos veinte años se vienen sucediendo una larga serie de enfermedades que afectan seriamente al pino radiata y a la calidad de su madera. El Fusarium, Fusarium circinatum o cáncer del pino, la banda marrón y banda roja actuales, Mycospherella dearnessii y Mycosphaerella pini, todas asociadas a hongos, que ven favorecidas su aparición y extensión por la climatología húmeda de influencia oceánica de Bizkaia y Gipuzkoa. Y sin contar con el cambio climático, ya que el aumento de temperatura ha provocado que la procesionaria haya llegado a tener varios ciclos reproductivos o que la aparición de Diplodias sean cada vez más comunes y agresivas debido a las más frecuentes granizadas primaverales y veraniegas...

Desde el punto de vista económico el mundo del pino arrastra también una larga crisis, achacada primero a las ciclogénesis en las Landas francesas; a las importaciones de madera de pino radiata pero de mejor calidad para la fabricación de mueble desde Chile; luego a la falta de demanda interna, con lo que tenemos gran parte del territorio de Bizkaia y Gipuzkoa sacrificados para la fabricación de palets, aunque posteriormente se haya encontrado una solución coyuntural en la exportación.

Pero lo cierto es que ambas situaciones sólo hacen que corroborar, que no es muy eco LÓGICO ni económico, mantener esta situación por mucho más tiempo o sustituir un monocultivo por otro como el eucalipto.

Económicamente no se sostiene de un modo LÓGICO si no es por un sistema subvencionado que lo único que hace es prolongar la agonía.

Estamos en un momento crucial, que tenemos que aprovechar para reconvertir la actividad forestal hacia la diversidad, pero no sólo de cultivos sino también de paisajes, que aúnen actividad económica pero también ecológica y que cumplan con esa multifuncionalidad que aportan los bosques al conjunto de la sociedad.

Sustituir un monocultivo por otro no es más que repetir más de lo mismo y caer en los mismos errores.

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