No siempre nos interesamos por los lugares más cercanos. Preferimos desplazarnos para acumular experiencias y visitar entornos publicitados como recónditos e infranqueables a la visita de los humanos. Un buen ejemplo lo tenemos en la localidad de Zamudio en Bizkaia. Un reciente estrenado itinerario, con dos alternativas, una más larga con una pendiente cercana al 30% de desnivel, y otra más corta y llevadera nos permitir reconocer nuestro pasado, el presente y un atisbo futurible de nuestro paisaje forestal.
Fauna, flora, patrimonio histórico, antropológico, natural y acompañado de buen tiempo primaveral nos acompaña en una mañana repleta de hallazgos.
Desde el macho cabrío que reposa en un prado, a las flores que inundan nuestras campas:prímula veris, lathyrus aphaca,, iris spuria, narcissus pseudonarcissus. Especies invasoras, como la mimosa, el eucalipto mudando su corteza, la banda marrón que afecta a los pinos. El vuelo de un cernícalo observando a los que se introducen en los dominios de su hábitat. Un hayedo y un abedular, en reposo, expectantes ante la llegada de la inminente primavera, con los primeros brotes de sus yemas en sus ramas. Nuestros árboles y arbustos autóctonos en floración ya, cerezos, espinos y endrinos.Sin olvidar, el legado de nuestros antepasados, como un dolmen cercano a un bunker del cinturón de hierro defensivo de la guerra civil y restos de la calzada de los zamudianos que se remonta a la época medieval.
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