viernes, 30 de abril de 2021

UN BOSQUE PARA PERDERSE

En las Islas afortunadas, Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura, La Palma,  El Hierro, La Gomera sobrevive un bosque conservado desde el Mioceno. Dentro de sus entrañas habitan comunidades botánicas y faunísticas únicas con una riqueza de biodiversidad incalculable. En este reportaje de la revista Biológica (Enero 1998, nº 16)  nos cuentan todos los detalles para conocer en profundidad a sus inquilinos. Los vientos alisos son los auténticos responsables de la existencia todavía de este reducto propio de otra era.








domingo, 25 de abril de 2021

EL QUERCUS SINGULAR DE ARTZENTALES


Uno de los cinco ejemplares catalogados por el Gobierno vasco de árboles singulares de Bizkaia es el roble  de Artzentales. Un Decreto del año 1995 le otorgaba tal calificación por su tamaño y porte. Alcanza la altura de un edificio de 10 plantas,  unos 36 metros de altura y un perímetro de 4 metros en su tronco. Respecto a su copa, de forma redondeada proyecta una sombra de casi 500 metros cuadrados.
Para llegar a su ubicación hay que desplazarse a la localidad de San Miguel de Linares y  encaminarse en dirección al barrio el rebollar, toda una premonición, de lo que nos vamos a encontrar. Cercano al arroyo Pedreo, acompañado de alisos y fresnos en el cauce fluvial, avellanos  y otros robles le escoltan a su alrededor. Castaños y alguna haya en otros confines del paraje muestran la biodiversidad del entorno.
Se trata de un ejemplar hibrido entre Quercus robur y Quercus pyrenaica  del que se muestran detalles de su hoja, tronco, porte, ramas y su flora asociada en el video que acompaña esta entrada.

jueves, 15 de abril de 2021

ABRIL NORTEÑO



Un sonido característico de nuestra recién estrenada primavera lo protagonizan los machos de cuco. Su estrofa reiterativa emitida con insistencia en nuestros bosques, alertan de su presencia en las copas de los árboles, resultando familiar su canto hasta para el más profano de los transeúntes. Ocupan los nidos de cría, con unas semanas de antelación respecto a las hembras, para cobijar  a sus volantones..


Los cultivos forestales ya no son los únicos protagonistas del paisaje primaveral. El encinar fronterizo muestra su verdor incipiente, mientras que los frondosos autóctonos del primer plano empiezan a ganar protagonismo.
 


 A las plantas nemorales les toca espabilar. Antes que las hojas de los árboles caducifolios cubran el suelo, se apresuran en florecer para beneficiarse de los rayos solares en exclusiva.
 



 
 
 

Nuestros arboles y arbustos caducifolios comienzan a despertar, y los primeros brotes de las futuras hojas se desarrollan con los rayos intensos del sol. El enebro, el fresno, el serbal, el aliso, el roble , el haya y el arce  son una muestra  de como los tonos verdes impregnan el entorno en el que se desarrollan. Mientras  que si miramos en el suelo del bosque se encuentra poblado por una alfombra multicolor de flores.


Los arbustos, como el majuelo   y los  árboles frutales muestran racimos de flores que cuelgan de sus ramas  resultando enormemente atractivos  a insectos y mariposas, en este caso Vanessa atalanta que se afana en libar el néctar supremo de la flor, dándose un auténtico banquete floral.



Cerranos las anotaciones en el cuaderno de campo de la primera quincena de  abril atentos al vuelo del milano que otea desde la altura los movimientos de los que caminamos por las sendas del bosque mientras el persigue a alguna presa que su privilegiada posición le permite vislumbrar.