A menudo recurrimos a apelar a nuestros derechos cuando nos encontramos indefensos ante una causa que nos afecta. Manifestamos nuestra disconformidad en busca de justicia para que nos solventen nuestro caso. Pero, en nuestras ciudades, ¿Quién defiende a los árboles que nos oxigenan? En este artículo rescatado de la hemeroteca de Quercus (octubre 1977) nos acercan a la problemática con que se enfrentan en nuestras urbes. Es cierto que existen normativas reguladas por cada consistorio, pero se echa en falta una jurisprudencia estatal, a modo de Ley, que los ampare.
Aunque han transcurrido muchos años desde la publicación, lo que se cuenta en estas páginas, no pierde vigencia para aplicar el valor cuántico de un árbol y otras especificaciones que se detallen en su contenido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario