sábado, 24 de febrero de 2024

DESPERTANDO DEL LETARGO INVERNAL

 Rememorando en estos últimos días de Febrero, no muy fríos y ligeramente pasados por agua, aquella frase de Pablo Neruda:

"La tierra vive ahora tranquilizando su interrogatorio, extendida la piel de su silencio".

Nuestros fondosos árboles y arbustos de hoja caduca empiezan a despertar de sus sueño invernal. Aún con incipientes brotes verdes, que para el verano cubriran su cubierta vegetal de robles, hayas, fresnos, serbales, alisos, sauces, tilos, castaños, arces, avellanos, endrinos y abedules. Tomamos nota en nuestro particular cuaderno de campo de estas alteraciones observadas en el bosque más próximo.

Con una excepción, el tejo, muestra su porte estoíco, perenne y rudo. Con su tono verde oscuro que llama de forma inmediata la atención, frente a la desnudez del resto de ejemplares del bosque mixto atlántico.


Despojados de su abrigo natural, nuestros árboles autóctonos arropan con el manto de sus hojas desprendidas las raíces del lugar sobre el que se asientan. Dotando de nutrientes al suelo féretil de una materia orgánica que tendrá su recompensa , a modo de crecimiento, en un par de años.

Por otro lado, las primeras flores llegan adelantadas a nuestro entorno urbano. Os mencionamos dos casos observados sobre mediados de este mes. Las prímulas descubiertas en un parque urbano, en una ladera húmeda y umbría de un barrio de Bilbao.



 

Mientras que los narcisos vistos por las fechas anteriormente citadas también, ocupan una ladera de un espacio bilbaíno muy concurrido. Disimulan su presencia, ajenos al trasiego de público que se acerca al recinto deportivo para presenciar un partido o espectáculo musical.




 

 


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