lunes, 22 de marzo de 2010

ESCALONES A LOS CUATRO VIENTOS

“Los que ayer fueron bosques y selvas de agreste espesura, donde envueltas en dulce misterio al rayar el día flotaban las brumas, y brotaba la fuente serena entre flores y musgos oculta, hoy son áridas lomas que ostentan deformes y negras sus hondas cisuras".
Rosalía de Castro

Con motivo de la celebración del Día Forestal Mundial (21 de Marzo) este egregio plantabosques entroncado con Basajaun, provisto de bocina, cuerno y txalaparta lanza sus proclamas para que resuenen a los cuatro vientos:

1. Los bosques sirven para casi todo. Son comida para más de la mitad de las especies de animales, bacterias y hongos de la Tierra.
2. Los bosques son creadores de suelos y los inventores de la fertilidad natural. Es la gran casa de la vida, pues en él viven muchos más animales, otras plantas, hongos y bacterias que en ninguna otra parte de la Tierra.
3. Los bosques son reguladores del ciclo del agua: retienen cuando llueve y la liberan cuando estamos en periodos secos.
4. Sirven también las arboledas para retener suelos. No menos para mejorar el clima. Por tanto en estos momentos son el antídoto más eficaz contra el cambio climático y el aumento de las temperaturas.
5. Por si eso fuera poco, han sido detectadas más de tres mil materias primas, principios activos y servicios ambientales que el bosque nos proporciona de forma directa a los seres humanos.
6. Los bosques son renovados por sus propios consumidores. Porque plantar árboles no sólo le corresponde a los mismos componentes del bosque, que como todos buscan su descendencia, en este caso a través de los diferentes sistemas de renacer, es decir, a través de los frutos y bellotas.
7. También son decenas las especies de animales que, sin ser conscientes de ello, son fundamentales iniciadores del bosque o al menos de los árboles. En muchos casos las aves, enterrando frutos del bosque, consiguen que nazcan nuevos árboles. Hay muchas semillas que sólo germinan si antes han pasado por el estómago de grandes herbívoros.

8. Que los árboles, al proporcionar sombra y sudar cuando hace mucho calor, son capaces de refrescar. Y por supuesto, nadie fabrica más y mejores suelos que las propias plantas del bosque.
9. Respiramos en buena medida bosques. Por eso nada tiene de casualidad el que nuestros pulmones tengan la forma de un árbol invertido. Tampoco debemos olvidar que los árboles usan el CO2 resultante de nuestra respiración como alimento.
10. Por eso lo primero es plantar especies de nuestro clima y de nuestro suelo. Además conviene hacerlo al final del otoño y durante el invierno.
Para que la panorámica que se contempla desde uno de los emblemáticos montes bocineros vizcaínos no sea en un futuro tan abrupta como la de la imagen: Un bosque no es un cultivo.





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