jueves, 30 de noviembre de 2023

EL OTOÑO Y LAS HOJAS

 Las tres primeras imágenes resultan muy prácticas para identificar hojas. Si se tienen dudas entre especies parecidas siempre nos ayudan a resolver la incertidumbre. Esta es buena época para identificarlas, coger un puñado de ellas, del suelo y seguir los consejos que en esta entrada se detallan. El limbo y una curiosa tabla periódica transformada en foliar nos facilitan la tarea.






Estas dos que van debajo de este texto, nos muestran unas pinceladas del colorido del Otoño. Durante esta estación, las hojas tienen una perdida de nutrientes muy alta ya que la precipitación es escasa (salvo excepciones meteorológicas)  y los días empiezan a ser menos luminosos haciendo la fotosíntesis menos intensa, y comienzan a perder la clorofila, sustancia que hace que tengan ese color verde.
Con la caída de los niveles de clorofila, las células de una capa de la hoja se pierden y éstas son las encargadas de transportar los nutrientes de la hoja al árbol, haciendo que poco a poco, que el tejido celular de dicha capa desaparezca y la hoja termine por desligarse definitivamente de la matriz arbórea.
Un dato relevante del verdor de las hojas, es que habitualmente estas contienen colores ocres, pero suele ser ensombrecido por la clorofila y cuando esta desaparece, los colores amarillos y marrones afloran.

Queda en tus manos intrépido lector o lectora  poner en practica por tu entorno natural más cercano la identificación de las especies que te rodean.





OTRO MUNDO ES POSIBLE SIN CULTIVOS FORESTALES

 LOS EJERCITOS DE LOS ÁRBOLES VISTOS POR GALEANO


Eduardo Galeano, uno de los escritores más profundos y comprometidos con la realidad de América Latina y de sus pueblos, es ampliamente conocido dentro y fuera del continente por su obra clásica "Las venas abiertas de América Latina", editada hace ya más de 25 años. Sin embargo, esa obra no fue una culminación, sino más bien el punto de partida de una actividad sin descanso ni claudicaciones por una América Latina libre y equitativa, que se refleja en los muchos otros trabajos publicados desde entonces. Entre ellos se cuenta el libro "Úselo y tírelo", del que extractamos su visión crítica acerca de los monocultivos forestales. Dice Galeano:


"El mundo está siendo desollado de su piel vegetal y la tierra ya no puede absorber y almacenar las lluvias. Se multiplican las sequías y las inundaciones mientras sucumben las selvas tropicales, devoradas por las explotaciones ganaderas y los cultivos de exportación que el mercado exige y los banqueros aplauden. Cada hamburguesa cuesta nueve metros cuadrados de selva centroamericana. Y cuando uno se entera de que el mundo estará calvo más temprano que tarde, con algunos restos de selva en Zaire y Brasil, y que los bosques de México se han reducido a la mitad en menos de medio siglo, uno se pregunta:
¿Quiénes son peligrosos? ¿Los indígenas que se han alzado en armas en la selva Lacandona, o las empresas ganaderas y madereras que están liquidando esa selva y dejan a los indios sin casa y a México sin árboles? ¿Y los banqueros que imponen esta política, identificando progreso con máxima rentabilidad y modernización con devastación?
Pero resulta que los banqueros han abandonado la usura para consagrarse a la ecología, y la prueba está: el Banco Mundial otorga generosos créditos para forestación. El Banco planta árboles y cosecha prestigio en un mundo escandalizado por el arrasamiento de sus bosques. Conmovedora historia, digna de ser llevada a la televisión: el destripador distribuye miembros ortopédicos entre las víctimas de sus mutilaciones.
En estas nuevas plantaciones madereras, no cantan los pájaros. Nada tienen que ver los bosques naturales aniquilados, que eran pueblos de árboles diferentes abrazados a su modo y manera, fuentes de vida diversa que sabiamente se multiplicaba a si misma, con estos ejércitos de árboles todos iguales, plantados como soldaditos en fila y destinados al servicio industrial.
Las plantaciones madereras de exportación no resuelven problemas ecológicos, sino que los crean, y los crean en los cuatro puntos cardinales del mundo. Un par de ejemplos: en la región de Madhya Pradesh, en el centro de la India, que había sido célebre por la abundancia de sus manantiales, la tala de los bosques naturales y las plantaciones extensivas de eucaliptos han actuado como un implacable papel secante que ha acabado con todas las aguas; en Chile, al sur de Concepción, las plantaciones de pinos proporcionan madera a los japoneses y proporcionan sequía a toda la región. El presidente del Uruguay hincha el pecho de orgullo: los finlandeses están produciendo madera en nuestro país. Vender árboles a Finlandia país maderero, es una proeza, como vender hielo a los esquimales. Pero ocurre que los finlandeses plantan en el Uruguay los bosques artificiales que en Finlandia están prohibidos por las leyes de protección a la naturaleza".
Tomado de: 
Fuente: Boletín Nº 58 del WRM, mayo de 2002

Úselo y tírelo. El mundo del fin del milenio visto desde una ecología latinoamericana", por Eduardo Galeano. Buenos Aires, Planeta, 1994

SI ME DEJAS CRECER....

 


Te garantizo un ciclo completo de mi existencia, desde la base. De semilla a árbol, con los frutos que disponga mi especie.

Si me dejas crecer debes tener en cuenta el clima: El control del clima se obtiene al moderar los efectos del sol, el viento y la lluvia. Además, del lugar geográfico de su destino y el tipo de suelo donde me plantes:

  1. Suelo permeable para un mayor aprovechamiento de las aguas de lluvia.
  2. Correcta absorción de nutrientes.
  3. Espacio suficiente para las raíces que posibilitan micorrizas.

Si me dejas crecer activo mi filtro natural. Se ha  calculado que 22 árboles adultos pueden producir el oxígeno necesario para vivir una persona un día: mediante la captura del dióxido de carbono y la exhalación de oxígeno de sus tejidos, principalmente por las hojas cuando realizan la fotosíntesis, los árboles contribuyen a reducir la concentración de CO2 y otros gases nitrosos y sulfurosos, por eso se les llama “sumideros de carbono”.



Si me dejas crecer mis hojas y tallos atrapan gran cantidad de polvos y substancias volátiles actuando como verdaderos filtros de aire; de allí que a los árboles también se les haya denominado “pulmones verdes”.


Si me dejas crecer sólo o en grupo el árbol evita la pérdida de suelo mediante la intercepción de la lluvia en la copa, por la reducción de la velocidad del viento con sus tronco y ramas, por el almacenamiento de agua en su mantillo y sistema de raíces y por el incremento dela absorción gracias a la incorporación de materia orgánica.



Si me dejas crecer dependiendo de la estructura, composición y distribución, las áreas arboladas crean hábitat para plantas y animales: aves, mariposas, peces, reptiles, insectos y algunos mamíferos encuentran allí su refugio, protección y fuente de alimento.



Si me dejas crecer eligiendo entre caduco o perenne, pero con prioridad al  árbol o arbusto autóctono que se expande en su zona.  A menudo nos sentimos unidos de manera personal a aquellos árboles que nosotros o nuestros seres queridos han plantado.