miércoles, 21 de diciembre de 2011

RESTAURANDO EL PAISAJE

El recorrido circular que en este itinerario se describe tiene un trilple interés : histórico cultural, naturalista y etnográfico . No llega su distancia a los 5 km, en apenas hora y media a paso normal se puede transitar por este paraje que une los barrios de Elexalde, Altamira y Olabarri en el municipio vizcaíno de Galdakano
Nos adentramos dentro de un ecosistema humanizado como es el de la campiña atlántica donde las antiguas zonas procedentes de la transformación del primigenio bosque atlántico de frondosas han evolucionado hasta convertirse en explotaciones agropecuarias. En el tránsito entre los barrios de Altamira y Olabarri perviven diferentes ambientes direfrenciados: bosquetes, setos y prados.
Biodiversidad y estilo rural no tienen porque estar enfrentados, al contrario aquí se muestran muy de la mano.

La verticalidad del poste y las dimensiones del mismo permiten a esta araña tambalearse sin importarle la prensencia de seres humanos que la inmortalicen para la posterioridad.

El rocio matinal proporciona la oportuna humedad a las ramas de los árboles que exiben sus yemas invernales. Se convierten a menudo en el soporte y la cabaña donde habitan diferentes especies de aves forestales: el mosquitero ibérico, chochín, zorzal común, carbonero común y mirlo.Pero también otras aves del bosque endulzan la mañana con su cántico alertando al resto de habitantes de la presencia de extraños. Es el caso del arrendajo, cuco, herrerillo común, petirrojo, corneja, pito real y pico picapinos principalmente.
 Resultando sinceros, el recorrido por este paraje no lo podriamos considerar propio del ecosistema bosque. Más bien al contrario. Se trata de cultivos forestales de pino insignis (pinus radiata) y pino marítimo (pinus pinaster) sometidos a procesos de tala con cierta regularidad lo que convierten al ecosistema en inmaduro.
Con el paso de los años se han mezclado con los pinos especies jovenes de roble penduculado (quercus robur) y avellano (corylus avellana), al igual que han hecho los notables ejemplares de castaños (castanea sativa).
 No son las únicas especies predominates en este paseo. Encontramos otras más bien de origen exótico como el roble americano (quercus rubra), acacias (robinia pseudoacacia) y mimosas (acacia dealbata).


 Tampoco paso desapercibido  para el objetivo de la cámara este ejemplar de acebo que pululaba un tanto sólo entre tanto quercus rubra. Al principio señalamos la importancia histórica de este itinerario. Es debido al bunker o trinchera que aparece en la mitad del recorrido, una imagen de tiempos pretéritos y de la  importancia defensiva que constituyó esta pequeña atalaya para la defensa del cinturon de hierro bilbaíno.

La iglesia de Andra Mari y su viacrucis adjunto ponen el punto y seguido al final de la ruta tras subir una empinada cuesta a la que nos condujó la antigua calzada real empedrada de gran interés desde el punto de vista arqueológico.

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