viernes, 3 de agosto de 2012

PASEANDO POR LA VIA VERDE DEL PIQUILLO

La Historia se vueleve a veces caprichosa en ciertas ocasiones. La  imperiosa actualidad minera de nuestros días cobra fuerza sobre esta via verde, antaño trazado ferrocarril minero que unía Cantabria con Vizcaya. Desde la localidad de Ontón y paralela a la costa discurre el vial, en apenas 2 km. de trazado que enlaza con la via verde de Kobaron en tierra vizcaínas.
Paseando por su entorno avistamos los frutos del aro. Suficientemente llamativos por su color rojizo en la cobertura vegetal del camino y del que seguro darán buena cuenta la fauna que habita en el lugar. Un paisaje cubierto de higueras, encinas,acacias y eucaliptos como vegetación predominate en el entorno, en mayor medida.
El camino serpenteante pegado a la costa, con curvas a la izquierda y a la derecha nos permite vislumbrar a lo lejos el túnel que perfora la montaña permitiendo el paso al otro lado. Los acantilados abruptos, afilados y en forma de un hojaldre natural nos muestran la fuerza del agua erosionando la costa.
La malva presente en el borde del camino nos permite recolectar algunas de sus hojas y aprovecharlas, debidamente secas a la sombra, para beneficiarnos de sus propiedades medicinales. Preparada en infusión de sus flores y hojas se administra como sedante del aparato respiratorio, pectoral, emoliente y laxante a grandes dosis.

El mar Cantábrico se muestra con vigor, intensidad y fuerza en esta parte de la costa. El oleaje intenso moldea los salientes de las rocas componiendo esculturas anónimas. En la lejanía los barcos inician su singladura marítima cargados de gas, grandes contenedores y otras mercancías en busca de nuevos puertos.
La localidad de Ontón enclavada en la ladera de la montaña descubre su paisaje rural. Rodeada de la vegetación potencial de la zona, con algún nogal próximo a las viviendas. Los prados de siega como los de la imagen muestran la hierba empaquetada destinada al forraje de la cabaña ganadera aún persistente en la zona. 
No pasó desapercibido este ejemplar de Cerambix Scopoli hembra cuyo hábitat predominate son los saucos y similares. Los alisos, helechos, pequeños brotes de madroños y algún espino albar disperso  completan la biodiversidad reinante de nuestro paseo.
Como no, la especie invasora muy abundante en la zona cantábrica conocida como flor de la Pampa o cortadera, mostraba su presencia en la zona más protegida de la costa. Su alto grado de propagación debido al viento y su dispersión de las semillas le hacen enraizar en ambientes que no le son propicios. Alterando notablemente la composición delpaisaje.
Por último, los vestigios de las antiguas explotaciones minerales de carbón aún están patentes en este recorrido. Antiguos cargaderos, viejas y derruidas casas de lo mineros, junto a restos de explotaciones mineras muestran el pasado de una época minera que en la actualidad puede vivir sus últimos días.