lunes, 30 de mayo de 2011

LOS ANCIANOS DEL BOSQUE ESTÁN EN PELIGRO


Tejo de Hondarribia


FUENTE. Blog Crónica Verde de César- Javier Palacio.

Algunas veces los árboles no nos dejan ver el bosque, ese complejo ecosistema perfectamente adaptado a un ambiente único logrado por el conjunto de todas las especies de flora y fauna en él integradas. Pero otras veces es el bosque quien no nos deja ver los árboles, individualizarlos, admirarlos. Ocurre especialmente con los ejemplares más viejos, ignorados por la mayoría e incuso despreciados por muchos gestores forestales al tenerlos por foco de enfermedades. Y sin embargo estos abuelos del bosque tienen una importancia fundamental, pues dan cobijo a una riquísima comunidad de plantas y animales que los eligen para vivir, refugiarse o alimentarse, lo que ahora conocemos por biodiversidad.

Estudios científicos estiman que entre 150 y 200 especies muy raras, incluidas más de 27 escarabajos en peligro de extinción, están tan asociadas a los árboles ancianos que sin ellos no podrían sobrevivir. Sin embargo, más del 80% de estos ejemplares singulares han desaparecido en el último siglo en España víctimas del cambio climático, incendios, talas, plagas y, cada vez más frecuentemente, obras y proyectos urbanísticos.

En el caso del arbolado urbano, estos ejemplares añosos, los vecinos vivos más viejos del lugar, subsisten en parques, jardines y calles desde hace siglos, aportando una biodiversidad única de aves, murciélagos, pequeños mamíferos e insectos. Una inmensa riqueza natural pocas veces reconocida, pues se les suele manipular como vulgar mobiliario urbano al que se maltrata, poda salvajemente y hasta arranca.

Celebramos el Año Internacional de los Bosques pero no se nota. Ocurre lo mismo que hace 200 años, cuando Jovellanos decía que

“de árboles no hay que hablar; éste es un coco que asusta al propietario y al labriego, y a quien los planta le apellidan loco”.


viernes, 27 de mayo de 2011

AL ENCUENTRO DEL MANÁ

Al Noroeste de la capital vasca, en un pequeño desfiladero conocido como el Barranco de Oca, entre las Sierras de Badaia y Arrato, florece cada mes de mayo, con diferencias en las fechas según las temperaturas, el fresno de flor o árbol del maná (fraxinus ornus). Aprovechando la jornada de reflexión, y para conmemorar el Día de la Biodiversidad Biológica, el viajero se adentra en este recóndito paraje para presenciar este fenómeno, abriendo las puertas del campo.



Se trata de una especie puramente mediterránea y en el País Vasco se encuentra catalogada como “rara”. Sólo en bosques mediterráneos de Valencia y Alicante, como el carrascal de Alcoy, dentro del parque  natural de la Font Roja, se pueden encontrar ejemplares de similar importancia a los que florecen en este enclave alavés.

La encina carrasca es la protagonista secundaria en este reservado lugar. Por ese motivo las cortas, el fuego y su aprovechamiento están regulados por la normativa vigente de la Diputación Foral Alavesa competente en este terreno. El durillo, otra especie difícil de observar, también habita por esta zona, además de majuelos, arces, quejigos y robles, algunos descomunales,  junto con madroños y fresnos.


Jacintos, genistas, gordolobos, aguileñas y  orquídeas florecen en los lindes del sendero y en las praderas colindantes. Mientras que a cierta altitud, más de seiscientos metros aproximadamente, estas últimas se encuentran marchitas y quemadas por los rayos solares. Había una notabílisima presencia de anacamptis pyramidalis como la de la fotografía.

En una jornada de transición electoral, entre tanta lengua bífida y viperina que pulula en nuestra sociedad, no podía faltar como colofón a esta jornada esta serpiente que no reptará más por este valle.



Un botín enriquecedor lleno de ganancias netas de biodiversidad.

viernes, 20 de mayo de 2011

¿ÁRBOLES TRANSGÉNICOS? NO, GRACIAS


FUENTE: Silvia Ribeiro es Investigadora del Grupo ETCLa Jornada, 14 octubre 2006 y Revista Sin Permiso 22/10/06


Un estudio de investigadores de las universidades de Umea y la Agraria de Suecia, publicado en septiembre pasado, concluye que los árboles transgénicos presentarían nuevos problemas y serios riesgos ambientales. Según Anders Wennstrom, docente de ecología vegetal, "no se han hecho estudios de los riesgos ecológicos -de los árboles transgénicos- y qué consecuencias podrían tener. La mayor parte de los recursos de investigación se invierten en el desarrollo de tecnología para hacer árboles transgénicos, y una mínima parte en estudiar los riesgos." (Svenska Dagbladet, Suecia, 28/9/2006)



El estudio de Wennstrom y su equipo encontró que en álamos modificados genéticamente para producir mayor cantidad de celulosa (efecto buscado por la industria maderera y papelera), se produjeron cambios en el sistema químico de defensa del árbol, haciéndolo más débil al ataque de hongos y ciertos insectos y, al mismo tiempo, más resistente a otros. Se trata de efectos colaterales de la modificación genética, producto de la alteración del equilibrio natural del organismo. Los investigadores señalan que todos estos factores tendrían una cadena de impactos sobre muchas otras especies que viven en interrelación con los árboles, como insectos, pájaros, mariposas, hongos, líquenes, otros árboles y plantas.



Es apenas una pequeña parte de los múltiples efectos negativos que podrían desplegar los árboles transgénicos. Cualquier impacto que provenga de éstos, durará muchísimo más que con los cultivos agrícolas manipulados, porque los árboles viven como mínimo varias décadas, emitiendo gran cantidad de polen a lo largo de su vida, a distancias que pueden llegar hasta miles de kilómetros. En ese sentido, es la herramienta perfecta para la impunidad de la industria: la contaminación y otros impactos que produzcan -como los efectos en cadena sobre la biodiversidad que describe Wennstrom- serían prácticamente imposibles de rastrear hasta su origen. Esta es también una de las razones por la cual los investigadores de este tipo de manipulación no se han molestado en hacer estudios de impacto ambiental: el terreno a cubrir para evaluar los impactos es demasiado grande, hasta para pensar en hacerlo.



Esto mismo es un argumento contundente que debería inhibir este tipo de desarrollo: si no se pueden medir las consecuencias, y es lógicamente previsible que las tendrán, no deben ser producidos. Pero en un mundo donde la lógica, la ética y el bien común son frecuentemente aplastados por la dinámica del dinero y la ganancia, esto no cuenta, salvo que se desarrolle un fuerte movimiento de resistencia en su contra.



Hasta ahora, solamente China ha plantado árboles transgénicos a gran escala, pero son una de las prioridades de las grandes industrias madereras y papeleras a nivel global. Varias han formado consorcios de investigación para desarrollar árboles transgénicos, como ArborGen (Estados Unidos), GenFor (Chile), o lo han incorporado a su investigación, como Aracruz Celulose (Brasil), Nippon Paper Industries (Japón), entre otras. Sus líneas de investigación tienen como objetivo lograr árboles con menor contenido de lignina (sustancia gomosa que une las células y hace fuerte al árbol) y mayor cantidad de biomasa (para facilitar a la industria papelera el procesamiento, o para biocombustible); árboles insecticidas y resistentes a agrotóxicos (similares a los transgénicos agrícolas); árboles diseñados para absorber mayor cantidad de carbono.



Estos últimos supuestamente para mitigación del cambio climático, falacia que no se sustenta realmente, ya que como ilustra el Movimiento Mundial de Bosques en la publicación Arboles transgénicos: la amenaza definitiva para los bosques (www.wrm.org.uy), "la idea es que una tonelada de carbono emitida al quemar carbón o petróleo es igual a una tonelada de carbono contenida en un árbol, pero para que las plantaciones forestales puedan permanecer como almacén de carbono, hay que impedir que se incendien, que las plagas o enfermedades las destruyan o que se les tale, hay que evitar que los árboles mueran y se pudran porque si no emiten más carbono, hay que persuadir o combatir a las comunidades locales que fueron desplazadas para que no intenten reclamar las tierras que las plantaciones les hicieron perder cortando los árboles." Todo esto se suma a los impactos sociales y ambientales tremendos que ya tienen los monocultivos forestales en muchos países, por lo que les llaman desiertos verdes (Brasil), cáncer verde (Sudáfrica) o árboles egoístas (Tailandia), porque absorben toda el agua y los nutrientes de los alrededores.



Las otras modificaciones también tendrán fuertes impactos; por ejemplo, los árboles con menor contenido de lignina serán más débiles, lo que sería fatal si trasmiten esta propiedad -u otras como mayor susceptibilidad a enfermedades- a los bosques nativos. Para "manejar" esta contaminación inevitable, la industria propone entonces usar la tecnología Terminator, que los haga estériles, lo cual de paso les sirve para justificar la legalización de esta aberrante tecnología. Según varios científicos, como Ricarda Steinbrecher, Terminator de todos modos sólo tendría efectos parciales de esterilización (igual existiría contaminación), pero además, al ser una construcción genética altamente complicada e inestable, provocaría aún más efectos secundarios inesperados, del tipo que ya encontraron Wennstrom y su equipo.



Frente a todo esto, varias organizaciones han redactado una carta al Convenio de Diversidad Biológica, demandando que este organismo prohíba los árboles transgénicos por los impactos que tendrían sobre la biodiversidad. La carta se puede leer y firmar en www.wrm.org.uy/temas/AGM/cartaCBD.html. Es urgente ampliar el debate para impedir que la industria provoque este nuevo desastre.

lunes, 9 de mayo de 2011

MIENTEME, DIME QUE ME VOTAS

Bizkaia Maitea:

Hoy que estoy fresco me armé de valor. Llega el momento de ponerte guapa, limpia y abrillantada, para que reluzcas tus mejores joyas. La cita es a largo plazo, los próximos cuatro años. No sé si en ese periplo de tiempo te pueden conocer, con tus virtudes y defectos, aquellos que aspiran a regirte en la Diputación y Ayuntamientos vizcaínos...

Por mi parte, no se trata de ponerte verde ni pintarte de ese color, al referirme a uno de tus brazos: el Medio Ambiente. Su relevancia es notoria pero la sociedad lo quiere preservar sin que le cueste nada a cambio. Por eso, no llego a comprender el ninguneo y el abuso del propio patrimonio como es el Medio Ambiente, esa casa donde respiran igual los ricos que los pobres, el mar donde unos se mojan y otros se ahogan.

Es el momento de las promesas, de los compromisos no rubricados, de la oratoria rápida y ágil en pos del voto cautivo.

Hasta llegar al fatídico 22 M no importa que los decibelios del ruido ocasionado por las caravanas móviles de los diferentes partidos perturben la jornada laboral. En ese instante la normativa local sobre el ruido queda en un segundo plano. Lo mismo sucede en los dantescos mítines, donde la música retumba por doquier en las paredes de los pabellones que los albergan. Es el momento oportuno, de sacar la bicicleta a la calle, como medio de transporte sostenible, para repartir la propaganda electoral correspondiente. El resto del año utilizan el coche oficial y el particular que es más rápido y les permite estar en varios puntos geográficos en una misma jornada. Los folletos y carteles que inundan plazas, farolas y calles sin importarles la titularidad de las mismas, pública o privada, no respetan los acuerdos mínimos de impresión reciclable que luego ellos regulan. Toneladas inmensas de pasta de papel procedentes, como no, de nuestro paisaje más cercano; el pino radiata y el eucalipto que pueblan nuestros montes. Parece que lo autóctono queda reservado para el euskera, el deporte rural, el txakoli y la pelota vasca. En materia forestal la regeneración con especies propias queda en un segundo plano. Al menos podían contemplar la opción aquella de la frase que le dijo el bosque al ingeniero: no me toques que yo me regenero. Entonces surge la pregunta, que se prima más: ¿La sostenibilidad económica de la zona o el desarrollo sostenible del paisaje?
No quiero extenderme en más consideraciones, a sabiendas que se quedan cosas en el tintero. Confiando en que estas cuestiones enumeradas y otras guardadas para tiempo venideros no se desvanezcan como una cruz en el agua.

P.D.: ”Cuando crees que conoces todas las respuestas, llega el universo y te cambia todas las preguntas”.

Jorge Francisco Pinto.

Espero que a vosotros también os suceda. No pongáis el yo al servicio de nosotros



miércoles, 4 de mayo de 2011

BOBÍN DE LOS BOSQUES

Que este texto se convierta en un puente entre la realidad y la verosimilitud, entre lo figurado y lo verídico, depende de ti, amigo lector.Una venta abierta de aire fresco no contaminado recorre tu estancia de lectura. Cambiemos la escena, trasladándola a cualquiera otra próxima , cercana a dónde moramos. Los argumentos que a acontinuación se narran, se convierten en universales. No se puede condensar mejor una opinión, que en apenas estas doscientas palabras siguientes.



Fuente: DIARIO DE LEÓN 10/08/09

Oficialmente, con autoridad mediante, sin arreos, me nombraron por aclamación “Bobín de los Bosques”… Bóbinjud, si te parece. Sucedió en una sobrecena tontona en principio, amena después y discutida al final, pero sin llegar a la pedrada o la retirada de embajadores. Ocurrió que entre aquella gente amiga y franca había dos ingenieros forestales y quise hacerme yo el ingenioso también atravesando en la charla una duda que me corroe tiempo atrás, ¿las repoblaciones forestales son restauración o monocultivo?...pues que sepas, me dijo uno de ellos, que también estamos haciendo repoblaciones no estrictamente madereras, sino con diferentes especies (cerezos, robles, abedules, encinas, fresnos…) intentando recrear las masas forestales originales o estableciendo nuevos espacios en baldíos o en todo lugar del común o de propios que lo soliciten…

Ya, comenté, pero la mayoría de las repoblaciones siguen haciéndose con cartabón mental y tiralíneas picudo, pinos o chopos ¡a desfilar! todo igualado como en parada militar, todo a matarrasa, geometría espesa… y les dije, ¿no están excesivamente juntos estos árboles?, ¿no se asfixian?, ¿no les entresacáis?...¿por qué no tiene espacio para ensanchar su arboladura y han de estirarse en una aberrante verticalidad nada natural para que les pueda dar el sol al menos en la cresta?...¿está previsto así para que hagan bóveda impenetrable que robe la luz y no pueda crecer al pie otra cosa que la especie interesada?...Mira esos pinos de Camposagarado; tienen ya ¡sesenta años! Y no lucen chicha ni estampa; algunos parecen mondadientes… Es pino silvestre, el único leonés y no hijo de ingeniero. En el bosque de Cofiñal hace esta especie un teatro espectacular con sus troncos y muecas retorcidas; aquí, se acojona y enflaquece en patio de internado…

Los ponéis así, concluí, para que sean rectos a la fuerza. Son árboles de matadero nacidos sólo para poste o tablón… ese es el destino al que están condenados… ¿llegará alguno de ellos a centenario o morir de pie y no en aserradero?...¿será algún día un bosque natural el monte repoblado?...

Ya, claro, dijeron…los madereros son monjas y tú Bobín de los Bosques.

domingo, 1 de mayo de 2011

PASEO POR LA CAMPIÑA

Mantendremos la incógnita hasta  el final. Por el momento avanzaremos que se trata de un municipio ubicado en la Comarca de Uribe en la Bizkaia agreste.Caracterizado por ser un pueblo proveedor de madera de toda la vida, y salpicado su paisaje por unos omnipresentes cultivos forestales; pino y eucalipto principalmente.


Pero acompañado de una vegetación exuberante con manchas de roble (quercus robur), castaño, álamo, aliso, sauce, encina, fresno, y distintos árboles frutales como el manzano, limonero, vid para el txakoli.



El bosque se convirtió en el principal sustentó del caserío: abastecía de leña y argoma para calentar a sus moradores; el helecho se empleaba para elaborar la cama de los animales; las castañas eran el alimento de las comidas, el denominado "pan de los pobres"; la madera para contruir las vigas de la vivienda y el carbón de los árboles trasmochos para vender.



En esta localidad la última ferrerría consignada data de 1803. El agua era un recurso indispensable para la producción de hierro y carbón. Se ubicaban cerca de los bosques y rutas comerciales para poder exportar sus productos. Presentaban un problema, ya que el cauce de los arroyos que la regaban eran intermitentes y con fuertes crecidas debido a la pendiente orográfica de sus situación.

Debían compartir el agua con los Molinos, que con la fuerza del río, las presas y las piedras realizaban la Molienda proviniente del maíz primigenio del caserio. Produciendo una harina más fina y de mayor calidad. Además, por medio de este servico quedaban contento el agricultor y el molinero: como moneda de cambio se pagaba con el "mendien".

En 1850 el Señorío de Bizkaia promovió una politica forestal de arbolado creándose con fondos públicos una serie de viveros de roble y castaño. Pero los baserritarras plantaron pinos; insigne y marítimo, los más convenientes para un  suelo empobrecido y poco abonado, tras años de explotación de ferrerías y carboneras, además de caleros.

En el interior de la Iglesia de Andara Mari, el elemento histórico más antiguo del municipio, se encuentra una imponente  talla románica que sigue el  modelo  de la vírgen medieval, sentada en un trono con la bola del universo en la mano derecha y en la izquierda sostiene al niño en actitud de bendecir.

Se trata de Arrieta, en las faldas del monte Bocinero de Sollube, muy cerca de Gernika y a vista de pájaro de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.