martes, 19 de agosto de 2014

EL TEJO DE MIRANTES DE LUNA

 Arropado por la antigua Ermita de Mirantes de Luna, este ejemplar de tejo sobrevive como otros cuantos adosado a un edificio religioso. Con la salvedad que la Ermita en la actualidad se encuentra abandonada y dedicada a cobijar ganado.

 Su copa frondosa, sus ramas alargadas y extensas junto con sus raíces penetrantes le dotan de un vigor estoico. Luchando con el paso del tiempo y el clima de montaña que le azota.

Al fondo, por encima se su copa se divisa el sabinar de Mirantes de Luna un espacio privelegiado y protegido en la provincia de León.

PARAÍSO DE TEJOS

lunes, 4 de agosto de 2014

VESTIGIOS DEFENSIVOS DEL CINTURÓN HIERRO VIZCAÍNO

 La simbiosis entre la naturaleza y la Historia cobra un nuevo apartado en esta entrada. Recorremos el tramo recuperado del cinturón defensivo en Ugao-Miravalles con inicio y final dentro del propio municipio.
 Muy bien acondicionado el trayecto nos introduce en un bosque rico en Biodiversidad, donde los avellanos se erigen en principales protagonistas, alternando con manchas de roble, algún castaño disperso e incipientes brotes jóvenes de acebo y algún espino albar reluciente.

 Rodeado de frutales como el de la imagen superior, en este caso un manzano silvestre encontramos la primera trinchera, refugio del cinturón de hierro de esta comarca. También nos topamos con brotes fértiles de higueras con los que pasar un buen rato.


 Según avanzamos por el camino  perfectamente balizado nos encontramos con distintos ejemplares de helechos que adornan la cubierta vegetal del trayecto.

 Una piña procedente de los pinos que circundan el camino nos delata la presencia de otros individuos que habitan en este paraje. Totalmente roída ha servido de alimento para algunas de las aves que pueblan el entorno: arrendajo,cernícalo entre otras.

 Al adentrarnos en un claro descubrimos este notable ejemplar de avellano que alarga sus brazos hasta el infinito, en una  muestra más de que su crecimiento  puede llegar hasta donde le dejen sus competidores del bosque.

 Otro mamífero despunta su presencia por medio de estas deyecciones encontradas a la vera del camino.
El paseo es muy llevadero, acompañado a ratos por los sones de los cantos de las aves que vuelan este rincón y por la umbría que proporcionan los árboles y arbustos que crecen a ambos lados del sendero.
 Todos los muros defensivos se encuentran despojados de la maleza que los cubría y perfectamente limpios, permitiendo su entrada para visitarlos. Junto a ello se han colocado paneles informativos detallando el tipo de construcción defensiva de la que se trata.


En apenas hora y media de duración se puede realizar este itinerario que nos descubre un episodio pasado de nuestra Historia bélica