domingo, 28 de noviembre de 2010

2011, AÑO INTERNACIONAL DE LOS BOSQUES

FUENTE: Eroski Consumer 24-11-10 por Alex Fernández Mueza
El Año Internacional de los Bosques pretende llamar la atención de todos los ciudadanos del mundo durante 2011. Su objetivo es aumentar los esfuerzos de recuperación y conservación de las masas arbóreas mundiales y recordar que son parte esencial del desarrollo sostenible del planeta, gracias a los beneficios económicos, socioculturales y ambientales que proporcionan.

Sus responsables realizarán a lo largo de todo el año diversas actividades para implicar a instituciones, empresas y ciudadanos y llamar la atención sobre las mayores amenazas que sufren los recursos forestales. Se promoverán iniciativas para aumentar la ordenación sostenible, la conservación y el desarrollo de todo tipo de bosques, incluidos los árboles fuera de ellos. Además, se intercambiarán conocimientos sobre estrategias que han frenado la deforestación y la degradación forestal.

Con esta edición, será ya la segunda que los bosques son protagonistas de un Año Internacional: en 1985 el Consejo de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) pidió a sus Estados Miembros que tomaran conciencia de la necesidad de proteger esta parte esencial de la naturaleza.

Por qué hay que proteger los bosques

Según estimaciones de la FAO, cada año desaparecen más de 13 millones de hectáreas de bosques en todo el mundo, una superficie equivalente a la cuarta parte de la península Ibérica. Los expertos señalan diversas causas, todas ellas provocadas por los seres humanos: la sobreexplotación y la tala ilegal, la conversión a tierras agrícolas y ganaderas, la recolección insostenible de la madera, la gestión inadecuada de la tierra, la creación de asentamientos humanos, las explotaciones mineras y petrolíferas, la construcción de embalses y carreteras, las especies invasoras, los incendios forestales, los cultivos para agrocombustibles, la fragmentación de los ecosistemas o la contaminación atmosférica.
Mención aparte merecen los bosques vírgenes conservados en su estado original, que desaparecen a gran velocidad en todo el mundo. Conocidos como bosques primarios, cubren un 10% de la superficie terrestre, aunque se estima que cada año se pierden o modifican unos seis millones de hectáreas. La organización ecologista Greenpeace asegura que solo se conservan el 20% de los bosques primarios originarios, que el 80% ya se ha destruido o alterado y que el 20% restante está en peligro. Por su parte, los árboles singulares, algunos con más de mil años de edad o del tamaño de un rascacielos, tampoco disfrutan de una mejor situación.

En España, la mitad de la superficie forestal está desarbolada y la actividad humana amenaza la calidad biológica de los bosques que perviven. Así lo señala el informe "Los bosques que nos quedan. Propuestas para su restauración", elaborado por expertos de la organización conservacionista WWF y de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).

miércoles, 24 de noviembre de 2010

PROPUESTAS PARA EL CALENDARIO DEL AÑO 2011

"Cada tiempo precisa de sus héroes" Espronceda
El martes 30 de Noviembre, los y las interesadas en realizar actividades dentro de los parámetros que contempla TXIRPIAL, deben acudir a la reunión semanal con dos propuestas de iniciativas para desarrollar el año entrante. Así se acordó en reuniones precedentes, con la idea de esbozar un calendario más o menos sustancioso. Se aconseja puntualidad, dentro de lo posible, para no repetir y reiterar las ideas.
Confiamos en que no se produzca la escena que recoge la instantánea que acompaña este texto.

lunes, 22 de noviembre de 2010

LA ANESTESIA ES EL OLVIDO

Por estas fechas y desde hace ya unos años, venimos celebrando todos los otoños el día de los bosques autóctonos, 23 de Noviembre concretamente.
Instituido por ARBA la vieja ha sido posteriormente adoptado por otras asociaciones naturalísticas y ecologístas como símbolo conjunto y complejo, capaz de englobar varios ideales.
La fecha se elige principalmente porque señala el inicio de la temporada real de plantaciones de árboles, temporada que, según los años, puede haber empezado 15 ó 20 días antes y que llegará hasta el mes de marzo, momento que nunca se debería superar, así que con esta fecha también se pretende enseñar que no es la primavera la mejor época para la plantación de árboles, como piensa una gran parte de la población.
Para conmemorar esta efeméride combinamos poesía e imagen, solapando el HIMNO AL ÁRBOL de Gabriela Mistral con el clic, clic, clic fotográfico de los txirpiales y su cita anual en el Parque de Dª Casilda en Bilbao.



Árbol hermano, que clavado
por garfios pardos en el suelo,
la clara frente has elevado
en una intensa sed de cielo;

hazme piadoso hacia la escoria
de cuyos limos me mantengo,
sin que se duerma la memoria
del país azul de donde vengo.

Árbol que anuncias al viandante
la suavidad de tu presencia
con tu amplia sombra refrescante
y con el nimbo de tu esencia:

haz que revele mi presencia,
en las praderas de la vida,
mi suave y cálida influencia
de criatura bendecida.



Árbol diez veces productor:
el de la poma sonrosada,
el del madero constructor,
el de la brisa perfumada,
el del follaje amparador;

el de las gomas suavizantes
y las resinas milagrosas,
pleno de brazos agobiantes
y de gargantas melodiosas:

hazme en el dar un opulento
¡para igualarte en lo fecundo,
el corazón y el pensamiento
se me hagan vastos como el mundo!


Y todas las actividades
no lleguen nunca a fatigarme:
¡las magnas prodigalidades
salgan de mí sin agotarme!

Árbol donde es tan sosegada
la pulsación del existir,
y ves mis fuerzas la agitada
fiebre del mundo consumir:

hazme sereno, hazme sereno,
de la viril serenidad
que dio a los mármoles helenos
su soplo de divinidad.



Árbol que no eres otra cosa
que dulce entraña de mujer,
pues cada rama mece airosa
en cada leve nido un ser:

dame un follaje vasto y denso,
tanto como han de precisar
los que en el bosque humano, inmenso,
rama no hallaron para hogar.

Árbol que donde quiera aliente
tu cuerpo lleno de vigor,
levantarás eternamente
el mismo gesto amparador:

haz que a través de todo estado
¿niñez, vejez, placer, dolor?
levante mi alma un invariado
y universal gesto de amor.

P.D. ¿Pór qué debemos recordarlo todos los años esta celebración? Porque aquellos que se vacunan contra todo tipo de epidemias, víricas y sociales, se olvidan que su anestesia no es eficaz en este caso.

martes, 16 de noviembre de 2010

VISITA A LA EXPOSICIÓN DE LAZKANO


El martes 23 de Noviembre hemos quedado a las 18.00 horas en la entrada principal del Museo de Bellas Artes en Bilbao para acudir a la visita guiada de la exposición. Los interesados en acudir presentaros a esa hora en el vestíbulo del Museo. RECORDAMOS QUE ES SÓLO PARA LOS QUE ESTÁN APUNTADOS EN LA LISTA DE 15 PERSONAS acordada con los representantes del museo.Puntualidad británica, por favor.

DÍA DE LOS BOSQUES AUTÓCTONOS





La asociación de Educación Ambiental y Guías de la Naturaleza denominada TXIRPIAL organiza un año más la conmemoración del Día de los Bosques autóctonos EL DOMINGO 21 DE NOVIEMBRE. Se trata de la undécima edición consecutiva en que este colectivo viene desarrollando esta celebración que consiste en realizar visitas guiadas por el parque de Doña Casilda en Bilbao para conocer las distintas especies de árboles que lo componen. A partir de las 10.30 de la mañana y hasta las 14.00 horas aproximadamente cada persona que se acerque al puesto que la organización instala en las proximidades de la heladería será obsequiada con un ejemplar de planta autóctona.
Para poder conseguir este regalo gratuito los interesados deben completar la visita guiada por una serie de ejemplares de árboles y arbustos ubicados en el recinto del parque. Un representante de la asociación se encargará de contar las peculiaridades de los mismos y resolver las dudas de los visitantes.
Se trata de una campaña que busca concienciar a los interesados sobre la importancia de los bosques frente a los cultivos forestales. Bajo el lema UN BOSQUE NO ES UN CULTIVO los diferentes grupos de ARBA (asociación para la recuperación del bosque autóctono) salen a la calle en esta fecha en distintas localidades del Estado para realizar distintas actividades para reivindicar las especies autóctonas frente al uso indiscriminado de plantas alóctonas que conquistan el terreno alterando la biodiversidad de especies.

jueves, 11 de noviembre de 2010

SENDA DE BUSTALVEINTE EN LOS COLLADOS DEL ASÓN




Volvemos al Parque Natural de los Collados del Asón para realizar una de las rutas guiadas que ofrece el Parque y que nos permite recorrer en buena medida el más destacado glaciar del Alto Asón y como complemento se atraviesa una importante zona arbolada, el hayedo del Monte Llusías.Para ello partimos del aparcamiento de los Collados del Asón donde la primera parte del recorrido es una pista ganadera que gana lentamente altura hasta el alto de la Posadía, la niebla con la que empieza el día no nos permite disfrutar del paisaje en su plenitud. Dicho alto es una morrena frontal de alguna de las pulsaciones frías de retroceso que cierra un poljé, formación glacio-kárstica formada por varios sumideros y canales que llevan el agua hacia su destino subterráneo. Atravesamos la depresión o Poljé de Brenavinto con sus prados encharcados y cabañas ganaderas, donde a su izquierda un amplio rodal de abedules en disposición lineal contrastan por su color otoñal con las hayas que suben por la ladera.



Aquí en el Alto Asón los abedules que están en las bordes de los hayedos ayudan a este a expandirse preparando el terreno y antes que él se encargan los brezos y las retamas, ahora que la carga ganadera que ha soportado este entorno se ha reducido considerablemente. Antes de penetrar en el bosque del Monte Llusías hay que atravesar un segundo poljé, Brenarromán, en cuyo entorno hay algunas cabañas de uso ganadero.El Monte Llusías es una de las manchas forestales del parque que se salvo del hacha durante la fiebre deforestadora del siglo dieciocho a favor de los Astilleros debido a las dificultades de acceso.


Este bonito hayedo con una línea de abedules en su parte inferior tiene también manchas de acebos y tejos, unos cuantos de estos se ven en la siguiente foto, donde la guía con su explicación didáctica nos señala la importancia de los bosques en la generación de suelo, (gracias Tania).



Atravesando el bosque llegamos a las cabañas de Bustalveinte, prados de verano donde su arquitectura es muy parecida a la que se puede ver en los valles Pasiegos del entorno




con su cabaña de tejado de lajas, su puerta inferior para el ganado, la superior para pajar y vivienda de las personas y el cercado con muros de piedra de los pastos.
Después del necesario y deseado avituallamiento acompañado de un agradecido buen tiempo realizamos el regreso esta vez por el sendero del Valle, recorriendo el camino que en su momento llevaba el glaciar de Bustalveinte.



Al llegar al alto de Brenalengua disfrutamos del paisaje que la niebla matutina nos impidió y en su parte inferior derecha se ve el poljé frecuentemente inundado de Brenarromán.



Ya de vuelta Brenavinto desde el Alto de la Posadía.


Seguimos de regreso disfrutando de los pastizales con sus cabañas ganaderas
Llegamos al final de la etapa pudiendo ver la carretera de los Collados que atraviesa los restos de la morrena frontal del glaciar de Bustalveinte-Hondojón.
Después de visitar el centro de interpretación del Parque situado en el cercano pueblo de La Gandara nos toca volver no sin antes sacar una foto con las últimas luces del día del monumento natural más conocido del Parque, la cascada del Asón.



En recuerdo de la primera excursión que realice con Txirpial ya hace ocho años y donde conocí a algunos de los que todavía siguen por ahí.

domingo, 7 de noviembre de 2010

LA POESÍA VISUAL DEL OTOÑO


El color verde va desapareciendo gradualmente y otros pigmentos toman el relevo gracias a los azúcares y otros metabolitos atrapados en las hojas. El ginkgo (Ginkgo biloba) es un mágnífico ejemplo de este proceso, ya que sus hojas adquieren una bella tonalidad dorada gracias al ácido 6-hydroxy-kinurénico que refuerza la coloración de los carotenoides. (López Sáez, José Antonio, pags. 32-38, Quercus 296, Oct. 2010).



Cualquier rincón de cualquier parque de una ciudad compone una bella estampa otoñal, despertando nuestros sentidos en busca de una instantánea oportuna.




Unas 290 especies de 70 géneros botánicos adoptan tonos rojos en otoño, mientras 378 de 97 géneros se tiñen de amarillo. Aún así, resulta sorprendente que la mayoría de las especies no cambien de color en otoño.(op.cit.Quercus 296).



Al rojo viran los árboles del género Liquidambar, asi como la vid, numerosos arces y abundantes rosáceas. (op.cit, Quercus 296).


En definitiva, los cambios de color que ocurren durante la senescencia foliar están relacionados con la movilización de nutrientes y sus reabsorción por las células de las hojas, normalmente bajo situaciones de estrés biótico y abiótico. En cualquier caso, senescencia y abscisión (caída de la hoja) son adaptaciones de los árboles frente a días más cortos y temperaturas más bajas, cuando el coste de mantener las hojas es mucho mayor que el beneficio que pueda reportar la fotosíntesis.(op. cit, Quercus 296).

Tres elementos imprecindibles de nuestros bosques durante la estación otoñal: la agalla, la bellota y la hoja marron del roble caído. Si recolectamos cientos de miles de bellotas como la de la imagen, podemos ir repoblando nuestros bosques autóctonos de especies adecuadas a nuestra latitud. Los plantabosques no cesamos en ese cometido.



Observamos este pequeño bosque teñido por un arco iris de colores con distintas especies de árboles. La estampa otoñal podía haber sido capturada en cualquier bosque caducifolio de nuestra región atlántica, sin embargo, es claramente perceptible desde la Universidad de Deusto.
La explicación usual ha sido considerar que los tonos otoñales son consecuencia de la propia senescencia de las hojas , es decir, un carácter secundario que en ninguna manera es adaptativo. No obstante, este punto de vista ignora dos hechos fundamentales. En primer lugar, la caída de las hojas no está relacionada con las tonalidades llamativas. De hecho muchos árboles mantienen sus tonos verdes o apenas adoptan el marrón típico de la muerte celular, e incluso entre individuos de una misma especie algunos colorean sus hojas y otros no. Abscisión y senescencia podrían ser preadaptaciones al fenómeno del colorido otoñal, pero no son la misma cosa. Y, en segundo lugar, los tonos coloreados no son el efecto de la degradación de la clorofila, sino que proceden de nuevos pigmentos sintetizados en otoño, lo que implica un coste energético y no pueden por tanto ser un efecto secundario de la senescencia.(op. cit. Quercus 296).



Adaptar una tonalidad llamativa en otoño tuvo que responder a una ventaja adaptativa en los vegetales o, de lo contrario, no habría perdido su tiempo evolutivo en un esfuerzo tan peculiar.(op. cit. Quercus 296).


La perspectiva de la toma, adaptando el rol de una hoja caída encuentra una composición distinta contrastando con el verde del follaje del fondo, es lo que tiene el otoño.



Los árboles son muy generosos con aquellos que los respetan y los cuidan. Es época de recolectar los frutos que estos nos obsequian como el de la imagen, la castaña desprendida del erizo que la resguarda y cobija.



Durante el otoño, el color rojo está presente en casi un 10% de los árboles caducifolios de las regiones templadas, mientras que el amarillo domina en el 15%. El roble americano (Quercus rubra) elige el rojo, mientras que otros muchos congéneres europeos (Q. pyrenaica, Q. robur) se inclinan por el amarillo. (op. cit, Quercus 296).

martes, 2 de noviembre de 2010

DEL MUSEO Y LA NATURALEZA

Como en anteriores ocasiones durante este fin de semana del puente de Todos Los Santos, hemos llevado a cabo en colaboración con el MUSEO DE BELLAS ARTES DE BILBAO la actividad "Arte y Naturaleza, las estaciones del año", en este caso el OTOÑO.

La ubicación del museo dentro de este enclave especial que es el "Parque de Doña Casilda" nos ha permitido acercar aún más dos mundos, parque y museo, naturaleza y arte, que siempre han estado íntimamente unidos.

Los impresionantes ejemplares arbóreos, algunos centenarios, son el escenario ideal para acercarnos a la identificación de árboles y al inicio de nuestro herbario.

Los cuadros del Museo por su parte, nos permiten descubrir un enorme mundo lleno de biodiversidad entre los lienzos y los colores, ¿quién lo iba a decir?; pero es que, nos permiten además abordar temas como el Desarrollo sostenible, la importancia de los árboles en la depuración del agua que bebemos o incluso la propia interdependencia de las especies. De este modo, un árbol pintado en una esquina en un cuadro de tema religioso de Brueguel se transforma en mucho más que un tronco y una copa, en un universo de seres vivos que viven interrelacionados: pájaros carpinteros, caracoles, mariposas, cárabos.
En ese mundo descubrimos al mismo tiempo los diferentes estilos de pintar a lo largo de la historia, desde el realismo, al impresionismo o al arte abstracto.

En esta ocasión hemos contado además, con una oportunidad única, la exposición temporal de Jesús Mari LAZKANO: "DE LA ARQUITECTURA A LA NATURALEZA".

Sus cuadros "hiperrealistas" recrean un universo imaginario en el cual se unen del mismo modo arte y naturaleza, en este caso arquitectura y naturaleza; algunos de ellos representan rincones reales del Museo de Bellas Artes pero del mismo modo abiertos al parque o a la naturaleza.

El propio título de la exposición era incluso más largo:
"DE LA ARQUITECTURA A LA NATURALEZA O DE CÓMO LA NATURALEZA SE ADENTRA EN LA ARQUITECTURA";

La última ampliación del Museo recoge esta misma idea, e igual que los cuadros de Lazkano suponen un encuentro entre el Museo y el entorno que le rodea, el museo se abre como un balcón al parque, participamos del exterior desde dentro.

Su comentario al cuadro titulado BILBAO SIN SERRA, nos lo ejemplifica:

"Esta obra me lanzó a la apertura del museo y me permitió ir abriendo espacios, quitando paredes, ampliando ventanas, para que la arquitectura se dejara contaminar, para que pudiera ser invadida por la naturaleza, para que el parque entrara por la puerta abierta que este cuadro dejaba, para que la naturaleza tomara el museo, se instalara dentro e, incluso, se llevara alguna de sus esculturas".

A través de los voladizos de la CASA DE LA CASCADA nos introduce en el universo de MIES, GIACOMETTI, UCELAY, DURRIO, SERRA…, en el bosque, en sus reflexiones sobre la pintura, el color, la inspiración,…

Es una oportunidad que podremos repetir EL MARTES DÍA 23 DE NOVIEMBRE gracias al Museo que nos ha brindado una visita guiada, así que apuntaros rápido, ya que sólo podremos ir unas 15 o 20 personas.

TRAS LAS HUELLAS DE NUESTROS ANTEPASADOS


Las cuevas cántabras del Castillo, Las Monedas y el Pendo, se erigieron en protagonistas dentro de la excursión coordinada y dirigida por Joserra debido al cambio de planes previstos para esta jornada pospiendo la salida primigenia para una posterior ocasión.

Nos acercamos al pueblo cántabro de Puente Viesgo. A kilómetro y medio desde el parking del pueblo, tomando una carretera, accedimos al monte Castillo. Llegamos con tiempo suficiente para la visita guiada de la primera cueva que íbamos a visitar: El Castillo.

Previamente, hicimos un estudio de la vegetación que rodea a este monte. Observamos que en su parte alta la mano del hombre había hecho su contribución a la degradación del monte plantando eucalipto con un fin comercial. Sin embargo, en la parte media y baja, cerca del acceso a la entrada de las cuevas, la vegetación expresaba un color otoñal característico de los arces campestres, fresnos, espinos albares con las majuetas ya maduras, algunos robles albares aún verdes, helechos, zarzas, etc… lo que nos diría que en esta pequeña zona todavía puede albergar diversidad de plantas y seres vivos.

El Castillo.
Supimos que la peculiar orografía de Cantabria, repleta de cavernas, propició el asentamiento hace miles de años de hombres primitivos que expresaron su arte representando figuras de animales con una técnica y coloridos extraordinarios y que hoy en día podemos disfrutar de este arte, en magnífico estado, lo que le ha valido el reconocimiento internacional a Cantabria.

Esta cueva fue descubierta en 1903 y dentro se pueden encontrar signos de ocupaciones humanas de los últimos 150.000 años. Las paredes de su interior albergan un importante conjunto de figuras animales: ciervas, bisontes, caballos, etc…; signos y manos en negativo, representativos de la expresión simbólica de los primeros Homo Sapiens (36.000-9.000 a.C.). Los materiales empleados fueron el óxido de hierro y el carbón vegetal que la naturaleza misma les proporcionaba, convirtiendo las salas donde pintaban en verdaderos santuarios.


A 500 m. de la cueva de El Castillo se sitúa la cueva de Las Monedas. La cavidad esconde un espectáculo geológico de columnas, coladas, estalactitas, estalagmitas y discos que hacen de la visita un regalo para los ojos. Las pinturas negras, realizadas hace 12.000 años, se localizan en una pequeña sala lateral. La treintena de motivos forman un conjunto estilísticamente homogéneo de caballos, cabras, bisontes, cérvidos y renos con bastante pelo que reflejan un ambiente frío, como el que dominaba en Cantabria a finales de Paleolítico superior.

Después de reponer fuerzas y visitar la iglesia de estilo románico de Puente Viesgo, nos acercamos a la última de las cuevas que Joserra había programado para el día, El Pendo.

El Pendo.
Situada en el pueblo cántabro de Escobedo. En esta cueva se encontró un bastón de mando con forma de pez magdaliense el cual está expuesto en el Museo de Prehistoria y de Arqueología de Santander junto con otros muchos materiales como arpones perforados, conchas, dientes y piezas con grabados. Esta cueva también cobra interés por unos pocos grabados descubiertos tras limpiar las paredes oscuras de una de las salas más profundas de la cueva.

A la salida de esta última visita la lluvia fue protagonista. Ávidos de interés y de descubrir qué vegetación había en la zona, pudimos observar el colorido otoñal de los castaños jóvenes y por los erizos con sus semillas ya esparcidos por el suelo. A lo lejos, en unos prados verdes, junto a algunas vacas pastando, picoteaban varias garcetas señal de que no nos hallábamos muy lejos de la costa. Los chaparrones marcaron el fin de la excursión de contenido histórico.

Para los que la Historia en general y, la Prehistoria, en particular, tenemos olvidada, la salida ha sido un acicate para acudir a la estantería y desempolvar el libro de Historia del arte.