sábado, 25 de septiembre de 2010

PASEO POR LA CAPITAL DEL MUNDO


Se trata de una cascada de más de 70 metros de caída. Desde su nacimiento y hasta el pueblo de Asón es un torrente con numerosas piedras en su cauce. Dicen algunos que es la cola del caballo blanco del apóstol Santiago que espera en la roca a que éste venga de nuevo a montarlo. Frente a la cascada hay una cueva (en parte tapada ahora por la carretera) con otra leyenda que narra que en ella vivían dos anjanas (hadas) que gastaban bromas a los campesinos y se dice que la cascada es la cabellera de una de ellas que fue hechizada para que les dejara tranquilos. Mitos, leyendas e historia sumergidas en un paraje de leyenda, un capricho de aguas que explosionan en uno de los más desconocidos y hermosos valles cántabros, el Espacio Natural de los Collados del Asón.



En las zonas fluviales se conservan formaciones de alisos (Alnus glutinosa), acompañadas de salgueras (Salix atrocinerea) y pequeñas formaciones de bosque mixto, constituido por frenos (Fraxinus excelsior), robles (Quercus robur), moscones (Acer campestre), olmos de montaña (Ulmus glabra) y tilos (Tilia platyphyllos), en cuyo sotobosque crecen arbustos como los majuelos (Crataegus monogyna) y endrino (Prunus spinosa), entre otros. En las rocas calizas se han instalado matorrales dominados por Genista hispanica y Erica vagans.

Las cotas inferiores se desarrollan comunidades de encina (Quercus ilex Subs.. ilex), acompañadas de aladiernos (Rhamnus alaternus), labiérnagos (Phillyrea latifolia), madroños (Arbutus unedo) y majuelos.

Por encima de los 650 m se encuentran las hayas (Fagus sylvatica) junto con acebos (Ilex aquifolium), y en las zonas muy expuestas, poco innivadas y bien drenadas aparecen formaciones de enebro rastero (Juniperus comunis), y otras especies como Daphne laureola, Erica cinerea, Festuca aragonensis, Genista hispanica, etc.
Los dos rasgos morfológicos que definen a la zona son los procesos kársticos y el glaciarismo cuaternario. Presenta formaciones boscosas de hayedo y abedular, aunque en el transcurso del camino hacia la cascada lo que predomina es el bosque de ribera, con los alisos en primera línea del agua, cediendo el terreno después a otras especies como sauces y avellanos. El tojo y la retama,el brezo y la argóma, además de la daboecia cantábrica también aparecen en las margenes del camino. Incluso el rusco se muestra escondido entre las piedras, a salvo de los depredadores humanos.
Debido a la diversidad de habitats que se encuentran en el Espacio Natural del Asón, facilitan el cobijo de distintos tipos de fauna: desde los mamíferos y aves hasta reptiles y anfibios sin olvidarnos de quirópteros y troglobios, además de peces.


Del uso sostenible que se dió a este paraje, quedan muestras como la yesca adosada al haya, de la cual se aprovecha su empleo como fósforo para facilitar la combustión. Transformandola en cerrillas parea encender las chimeneas de nuestros hogares. Otro ejemplo es la obtención de la miel, quemaban en la base del tronco del haya para que el humo ahuyentara a las abejas que moraban en las colmenas.


La carretera que bordea el río Asón pasa por el pueblo de da nombre al valle donde todo es paisaje, rebaños de ovejas blancas con cabeza negra y numerosas vacas. Todas las laderas están llenas de lo que llaman cabañas vividoras, que el Gobierno de Cantabria está recuperando desde hace años. Al lado de las cabañas plantaban ejemplares de fresno que cumplen una doble misión:

- Actúan como pararayos ante las tormentas.

- Ante la excasez de alimento en las temporadas duras, mantenían al ganado alimentado.



Paseando por Arredondo destacan las casas solariegas con su imponentes escudos además de los palacetes de Indianos, transformados alguno de ellos en establecimientos de turismo rural. Próximo al nacimiento del río Asón queda el barrio de Socueva con la iglesia rupestre de San Juan Bautista, declarada de Interés Cultural en 1985. Complementa la visita por estas tierras al centro Ictiológico donde se crían los salmones que un buen día veras remonatar el ríó Asón en busca de sus orígenes.

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