viernes, 30 de abril de 2021

UN BOSQUE PARA PERDERSE

En las Islas afortunadas, Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura, La Palma,  El Hierro, La Gomera sobrevive un bosque conservado desde el Mioceno. Dentro de sus entrañas habitan comunidades botánicas y faunísticas únicas con una riqueza de biodiversidad incalculable. En este reportaje de la revista Biológica (Enero 1998, nº 16)  nos cuentan todos los detalles para conocer en profundidad a sus inquilinos. Los vientos alisos son los auténticos responsables de la existencia todavía de este reducto propio de otra era.








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