sábado, 27 de enero de 2024

LA PAUSA INVERNAL DE NUESTROS ÁRBOLES



Nos disponemos a anotar en el cuaderno de campo el letargo invernal  que se apodera de nuestros árboles y arbustos del eje atlántico. Las gélidas temperaturas, alteradas en la actualidad por el dichoso cambio climático, posibilitan una pausa en el desarrollo de  nuestra cubierta vegetal más próxima. La nota discordante, quizás nos la ofrece , el acebo. Con su follaje siempre verde y sus frutos de color rojo se convierte en un salvavidas para muchas especies de aves y fauna, como nutriente elemental de su alimentación.


Se detiene el desarrollo vital de nuestras robles, fresnos y hayas, que desprovistos de su vestimenta habitual resisten erguidos, duros y estoicos a la espera de pasar esta estación que les sumerge como si fuera un sueño imperturbable.



Este Enero no se muestra demasiado riguroso con el frío. Por las mañanas los termómetros no han registrado temperaturas demasiados bajas asociadas a la estación en la que estamos. Salvo unos días con heladas que cubrían de un manto blanco nuestras praderas, con   las que ilustran este texto.


Una última anotación en nuestro cuaderno, a modo de despedida, de estos olmos, que no volverán a sufrir los rigores invernales ni los calurosos veranos, talados en el barrio bilbaíno de Deusto en aras del modelo urbanístico acordado por los regidores municipales. Ni las protestas vecinales, en su defensa, ni las muy tardías reacciones de los partidos en la oposición han podido impedir su existencia.



 

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