domingo, 5 de enero de 2025

25 AÑOS REIVINDICANDO EL BOSQUE AUTÓCTONO

"Nacimos para cometer errores no para fingir ser perfectos"  Bob Marley


Y así fue. Cinco entusiastas, surgidos de un Curso  de Formación  sobre Guías de la Naturaleza, al que se sumaron otros dos personas con muchas ganas de cambiar cosas  relacionadas con el Medio Ambiente pusieron la semilla de lo que es en la actualidad Txirpial. Con trayectorias multidisciplinares, somos conscientes que hemos cometidos errores, pero también algunos aciertos. Por nuestra asociación ha pasado muchas personas que se han amoldado a nuestros objetivos y cuando se han apartado todavía nos recuerdan con afecto.

A la hora de recapitular, podemos decir con orgullo, que son todos los que están. Regalando nuestro tiempo libre logramos ser los pioneros en organizar salidas guiadas para conocer nuestra flora y fauna autóctona; por Bizkaia y provincias limítrofes enseñando a conservar nuestros bosques autóctonos.

Las nuevas tecnologías propiciaron el acercamiento a la situación del bosque. Su modesta visión del mismo, como un ser vivo, en el que todos sus miembros son necesarios y del que no conocemos ni una mínima parte de su imbricadas relaciones, ni de las aplicaciones que nos pueden aportar a los humanos, que un día descendimos de los árboles, es por lo que seguimos peleando. 

Una larga trayectoria, colaborando durante estos 25 años, con otros colectivos y agentes forestales restaurando parcelas yermas convertidas actualmente en frondosos espacios con árboles y arbustos autóctonos que nos superan en altura, con creces, a todos nosotros. Del mismo modo, integrados en la plataforma Kolore Guztietako Basoak, aportando desde nuestra sementera para conseguir una Bizkaia forestal menos dominada por los cultivos forestales, como ocurre en estos momentos.

Nuestras charlas en espacios públicos han recogido su fruto. Un TFG nos acercó al mundo universitario, para convertirse en altavoz de nuestras propuestas. La celebración del Día de los bosque autóctonos en la calle, nos ha permitido contactar con la ciudadanía y obsequiarles con un ejemplar de un árbol, que con los pertinentes consejos, lo plantaron en su finca, rincón preferido o lugar privilegiado. Que con el paso de los años les lleve a compartir, la lectura de este párrafo, con cierta reminiscencia: 

"... Después, reflexionando un poco sobre ello, he comprendido en parte mi repentina alegría al hablar Kakuro de los abedules rusos. Me ocurre lo mismo que cuando se habla de árboles, del árbol que sea: el tilo en el patio de la casa de labor, el roble detrás de la vieja granja, los grandes olmos que hoy ya no existen, los pinos doblados por el viento en las costas ventosas, etc. Hay tanta humanidad en esta capacidad de amar los árboles, tanta nostalgia de nuestros embelesos primeros, tanta fuerza en sentirse tan insignificante en el seno de la naturaleza... Sí, eso es, la evocación de los árboles, de su majestuosidad indiferente y del amor que por ellos sentimos nos enseña cuán irrisorios somos, viles parásitos que pululamos en la superficie de la tierra, y al mismo tiempo nos hace dignos de vivir, pues somos capaces de reconocer una belleza que no nos debe nada...."
 Libro La elegancia del erizo, Muriel Barbery (p.186)

Nuestra colaboración con del Departamento de Educación del Museo de BB.AA. de Bilbao avala nuestra idiosincrasia en la actividades que realizamos durante las estaciones del año. Y en ello continuamos, con nuestras virtudes y defectos, aunando esfuerzos para  seguir cumpliendo muchos más...


"No juzgues el día por la cosecha que has recogido, sino por las semillas que has plantado".  R. Louis Stvenson

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