Paseando tranquilamente por una parte del un tramo del anillo verde de Bilbao, en el trazado que baja desde Artxanda nos encontramos con este rincón mágico. Las mariposas y el aro que secundan la entrada de este audiovisual se convierten en secundarios con respecto a los seres animados que pueblan el entorno en un paraje donde el roble americano es quien prevalece en la vegetación.
No es la primera vez, que esta iniciativa altruista y voluntariosa de un jubilado del barrio de Deusto en Bilbao, ve la luz. Su anterior trabajo resultó vandalizado y destruido en una zona muy transitada cercana a los túneles de Ugasko.
La excesiva presencia en los medios de comunicaciones locales de esta labor respetuosa con el entorno, a lo mejor le puede conducir a morir de éxito, una vez más.
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