miércoles, 2 de junio de 2010

ALGO PEQUEÑITO, ALGO CHIQUITITO...


Curiosa instantánea en la esquina de la fachada de una casa de Reocín de los Molinos, al sur de Cantabria. Que tiempos aquellos, se trata de un muro defensivo, de vigilancia y observación para defenderse de los posibles enemigos. Por eso, se comenta que el sur también existe.


Algo anecdótico, Braulio y su hijo Fonsi nos acompañaron en la jornada del sábado en el trayecto del Monte Hijedo. Su amor por la Naturaleza y lo que nos rodea no tiene precio. Un verdadero pozo de sabiduría y de respeto con el entorno. Nos comentó que en tiempos pretéritos la extensión del Monte Hijedo alcanzaba las lindes de Aguilar de Campo. Un ejemplo empírico del que desarrollo sostenible ya existía a mitad del siglo XX.

Algo curioso, se trata del Río Polla, un afluente del Ebro que atraviesa la localidad de Reocín de los molinos. Años atrás, era importantísima su agua para poner en movimiento los molinos que había por la zona. A muchos les resulta graciosa su denominación, pero es rigurosamente cierta. El run run escondido de su aguas martillaba nuestros oídos mientras pernoctabamos por la noche.

Para unos cuantos pueden ser el punto y la i. Pero no, se trata de Pedro y Ana, dos representantes de Arbava. Ella la más joven del grupo, él conocido como "el artesano de la oratoria". Ella algo chuiquita, algo pequeñita, él por el contrario, algo grandilocuente, majestuoso y astronómico.



Lo descubrimos por simple curiosidad. "Afotando" el tejo de la Cabaña de Hijedo,un palacete campestre con su ermita, sus dos torres poligonales:un capricho de un pudiente lugareño de comienzos del siglo XX. En la naturaleza nada está de más. Los excrementos de algun ave han permitido que brote un serbal de los cazadores a media altura del árbol. Eso se llama solidaridad, aunque para muchos sea simbiosis.Nos contaron que tendría aproximadamente ciento veinticinco años.

Otro de "los incunables" que nos acompañó en el fin de semana por la Cantabria infinita. Jesús lo mismo experimenta con una mermelada de madroño, que con un licor de escaramujo. Los frutos de la Naturaleza no tiene secretos para él. Con este detalle seguro que estaba dando vueltas al "coco" para obtener algun beneficio de la grosella que había en el patio de la cabaña de Hijedo.



La curiosidad no tiene fronteras. Y seguro que era muy interesante lo que estaban escuchando y observando Angela y Raúl, en aquel preciso instante.La percepción da un vuelco cuando te quedas a solas con el bosque, en medio de esa mística sensación de vida que palpita y te observa. ¿Seguirán haciendo akelarres por aquí?



El tiempo fluye lentamente, como si se encontrará mediatizado por un reloj de arena de otra época. Lo que nos permite ir fijandonos en esa pequeñas cosas, como alguien tituló en un libro: Lo pequeño es bello. Como sucede en este caso con una pluma de arrendajo, el guardian del bosque y verdadero símbolo de los plantabosques.

Más abajo de nuestras cabezas, conviene ir mirando por donde transitan nuestros pies. En los pequeños detalles es en lo que no reparamos en nuestra ajetreada vida cotidiana. Pero en el bosque pululan otros seres, como esta rana bermeja, sorprendida por tanto "paparazzi" antinatural. El sufrido tritón también se llevo su buena dosis fotográfica.


Los tejos son abundantes para ser tejos cuando nos internamos en el monte. Los hay de dos sabores: creciendo en zonas umbrías cerca de arroyos o bien rompiendo con calma rocas sobre las que se aúpan sus “tubos de órgano” resultando espectaculares formas orgánicas que parecen derretirse y chorrear cubriendo parte de la roca como un queso fundido o unos relojes blandos de Dalí.

El cuidadoso Txemi, dando explicaciones con su meritoria paciencia al grupo de humanos-polilla que revoloteamos en torno a él indisciplinados como pandilleros juveniles. Para muchos la paciencia y el saber estar son virtudes que atesora a raudales. Una especie a conservar dentro de este mundo globalizado. Gracias maestro por conducirnos por aquellos rincones, los pequeños saltamontes asimilamos sus enseñanzas.



Estas también revoloteaban, a su manera. De flor en flor, pero no en busca de néctar, si no engendrando futuras generaciones de su especie, para que la biodiversidad prolifere al sur de Cantabria.


No se trata de un anuncio de atún ni de un pose fingído. Tampco figuran el archivo policial como delicuente peligrosos. Al contrario, se trata de los organizadores de la próxima excursión comunal de txirpiales y "pucelanos". Dos "bichos" endemicos con conocimientos multidisciplinares.


No podía faltar en nuestra excursión un fósil. Una de "esas locas bajitas" que nos acompañaba descubrió en su afan conservador esta concha fosilizada en una piedra. Para enmarcar su instinto naturalista.

Algo pequeñito, algo chiquitito, se trata de la Ophrys Fusca, superviviente de la pradera y pasajera a la felicidad hasta que llegue su tiempo de extinción.

A pesar de que eramos unas cincuenta personas las que buscamos las orquídeas en la pradera cercana al molino de Arcera, la Ophrys Lutea no pasó inadvertida a nuestras lentes fotográficas.

¿Quién dijo que las miniaturas no eran obras de arte? No os recuerdan a las meninas de Velázquez sus detallas hojitas. La Orchis Purpurea también denominada orquídea de dama destella con todo su esplendor.

A pesar de la atronadora voz reclamando la sapiencia de los expertos allí desplegados ,en un principio no se le prestó la atención necesaria. Posteriormente , descubrimos una nueva especie, ¿Cómo se denomina? Preguntarles a Ana y Conchi, que fueron al curso de orquídeas. Por si no os encontrais con ellas: su nombre es la Ophrys scolopax, de nombre impronunciable.
P.D.: Cualquier parecido con la realidad acontecida en el fin de semana por tierras cantabras es fruto de vuestra imaginación y pura coincidencia.

2 comentarios:

Conchi dijo...

Yo toy condía hasta que no pongáis la presentación de las orquídeas,que son muchas y hay que repasar.
Muy buena crónica, por cierto.

Pedro dijo...

Enhorabuena por la crónica y las fotos, sobre todo el primer plano de Angela y Raúl (el pensador de Rodin)