jueves, 11 de agosto de 2011

ECOTURISMO ALTERNATIVO




El "hullero", el viejo tren de la Robla, el tren de los cuatreros como cantaba un grupo local, emprende su marcha desde la remozada estación de Feve, en pleno centro de León.Acoplado en un vagón con poca gente, el Trasgo, el duende del bosque toma notas del paisaje tradicional que cubre el trayecto hasta la localidad de Boñar. Las sebes inundan el paisaje convirtiéndolo en singular y característico de esta ribera del río Torío.
Tras casi hora y media de trayecto, recoge la bicicleta acomodada en un rincón del tren para desplazarse hasta la localidad de Valdecastillo punto de inicio de la ruta . Un paseo por el bosque de galeria que recorre la margen izquierdo del caudaloso río Porma sirve como preámbulo al increible paisaje que se puede contemplar desde su interior.
Situado en las estribaciones meridionales de la Sierra del Mampodre, el Bosque de Pardomino es una masa boscosa mixta de gran diversidad en la que aparecen robles, tanto el roble albar (Quercus petraea), como rebollos (Quercus pyrenaica), hayas (Fagus sylvatica), abedules (Betula pubescens ssp. celtibérica), fresnos (Fraxinus excelsior), acebos (Ilex aquifolium), Quercus robur, etc.
El bosque se asienta sobre ambas laderas del Barranco de Pardomino, en altitudes que alcanzan hasta los 1.500-1.600 m. sobre el nivel del mar, siendo notable la estratificación del arbolado en el mismo, aunque siempre en ambientes montanos de acusada influencia mediterránea.
En las zonas degradadas o como primeras etapas de sustitución, aparecen piornales, escobonales y brezales, pudiendo citarse como propias de las mismas Cytisus scoparius, Daboecia cantabrica, Erica aragonensis, etc. El bosque fue antaño coto de caza del Ayuntamiento de Boñar, dada la gran riqueza faunística que alberga. Fue explotado para la extracción de madera, existiendo una antigua ordenanza que regulaba su aprovechamiento. Estos hechos y la reciente demanda turística de que es objeto, dado su gran valor no sólo botánico, sino también paisajístico, han sido determinantes en la degradación de algunas de sus zonas, a pesar de lo cual sigue siendo una de las masas de mayor riqueza y valor ecológico de la zona.
En el monte Pardomino, los últimos veinte años han supuesto una  clara recuperación del bosque.Se observan repoblaciones o recuperación natural, zonas en que han sido más rápida o más lenta, pero la recuperación del bosque es indiscutible.
A pesar de los intentos por parte de la Adminstración competente de poner puertas al medio natural, son variados los distintos inquilinos que pululan en este paraje misterioso: el canto de las aves; el zumbido misterioso del insecto invisible; la fragancia de las flores ; el rumor del bosque; el verdor de la arboleda; las esculturales formas de los árboles; los rastros significativos de sus inquilinos y la despensa natural que les proporciona sustento se pueden contemplar en el video que acompaña este texto.

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