lunes, 23 de marzo de 2009

TXIRPIAL DIEZ AÑOS/ HAMAR URTE


Cuando uno echa la vista atrás sólo le quedan inmejorables recuerdos. Corrían tiempos pretéritos. Con lo positivo y negativo que conlleva la década. Una época para aprender y adquirir unos conocimientos diferentes, como bien citaba Charles Dickens:
“La primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación”.
Dejemos un instante, apenas tres segundos, para retroceder en el tiempo. En una de aquellas dinámicas de grupo, que Karlos conducía con maestría nos preguntaba:
¿Cómo te ves dentro de diez años?
Pues aquí seguimos, haciendo lo que se puede. Parece que no ha pasado el tiempo por todos nosotros. Sumamos diez años más en nuestro carnet de identidad; con canas o sin ellas; con más o menos pelo; emparejados o singles; con familia a cargo o sin ella. Pero nos sigue uniendo algo que compartimos en dos palabras:
TXIR - PIAL
Lo de consensuar el nombre de la asociación fue algo significativo. Otorgándole un carácter propio. Empleando la grafía del euskera para adecuarlo al terreno en el que nos movemos y con un significado recogido en el diccionario que dice:
“Pie o brote joven procedente de la cepa o raíz de un árbol”.
Las ideas fluían a borbotones de nuestras neuronas. El disco duro iba más rápido que la información que procesaba. Miguel, Tomy, Txemi , Maite y Adolfo ,quien suscribe estas líneas ,esbozaron el proyecto al concluir el curso de Guías de la Naturaleza, tras 640 horas lectivas de imborrables reminiscencias. Al poco tiempo hubo dos nuevas incorporaciones, que se sumaron al equipo fundacional. Emilio, en la actualidad, enredado en múltiples aventuras. Y Alberto , nuestro particular hombre del Renacimiento.
La semilla ya estaba engendrada. Un esbozo del primer folleto divulgativo que diseñamos apuntaba lo siguiente:
“Somos un pequeño rodal que crece al ritmo de la encina y del roble y que irá creciendo en la medida que tú y tu grupo nos demandes…”
Y vaya si ha crecido. Tampoco en demasía, como para celebrarlo con cohetes. Lo que siempre mantuvimos claro es que llegaríamos hasta donde pudiéramos. Con los lógicos límites personales y profesionales para resolver las cuestiones medioambientales. No nos centramos en temas exclusivamente botánicos. Abarca nuestro colectivo otras disciplinas relacionadas con la naturaleza, pero con las limitaciones que tiene las de ser una asociación sin ánimo de lucro.
Y el brote se hizo árbol...
A fecha de hoy, 23 de marzo de 2009, seremos alrededor de tres decenas de personas las que pertenecemos al colectivo. Algunos han pasado y no han vuelto, otros entraron y ahí siguen todavía y los menos, resultan veceros. Lo importante como reza un slogan madrileño es que Txirpial:
“Es la suma de todos”.
Con sus errores y aciertos; sus defectos y virtudes; sus enfados y reconciliaciones. Colaborando con lo que cada uno puedo aportar hemos diseñado itinerarios autoguiados; manuales de plantabosques; pronunciado charlas e impartidos cursos; realizado números excursiones eminentemente empíricas ; rellenado formularios y múltiples papeles en busca de subvenciones y proyectado diapositivas antes, ahora películas y montajes audiovisuales auspiciados por las nuevas tecnologías. Pero de lo que más nos podemos enorgullecer es de haber conocido muchas personas. Resultando su principal cápital las personas que componen el grupo. Como los de ARBA, que nos acogieron desde un principio con los brazos abiertos. Convirtiéndonos en la actualidad, en una parte de su causa en defensa de los bosques autóctonos, repartida por toda la geografía española. Y es como dijo uno de sus principales mentores, en referencia a nuestro grupo:
“Los cabrones de ellos me cautivaron desde el primer momento”.

También los de ARBAVA y sus acólitos, por los lazos que nos unen, siempre tan cerca a pesar de la relativa lejanía que nos separa. Compartiendo confidencias y proyectos en la parcela que nos ocupa.
¿Y en el futuro? A corto plazo, se hace necesario savia nueva. Nuevas incorporaciones que sigan dotando al grupo de su peculiar heterogeneidad. Comprometidos y por lo menos decididos a continuar, por lo menos otra década. De esta manera, la asociación perdurará en la lucha de su objetivo primigenio y no se quede varada en el mare mágnum de siglas que pululan en nuestra sociedad. Para que no puedan tildarla, en palabras de Winston Churchill:
“Es un acertijo envuelto en un misterio dentro de un enigma”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Zorionak nire partez. Pensaba que el décimo aniversario se celebraba el pasado Diciembre. Ahora sé cuál ha sido la trayectoria del grupo desde su origen, como la semilla que planta y da, en este caso, frutos, y que continúe.... Hasta pronto.