si se le ve hasta plumoncillo en el pico de acicalarse
De Bolueta curso abajo del Nervión-Ibaizabal, donde las aguas dulces se mezclan con las saladas, cormoranes, garzas, gallinetas, gaviotas patiamarillas y reidoras, primeros inviernos, adultas en plumaje de invierno y otras en plumaje cambiante a nupcial, síntoma de las fechas en que nos encontramos que nos avocan imparablemente hacia la primavera.
Gaviota reidora cambiando a plumaje nupcial
Espigones de los anguleros, antiguo puerto de gabarras y boteros que transitaban la ría llena de vida comercial.
El muelle de Urazurrutia, San Antón y su puente, el muelle de Marzana, nos trasladan a los tiempos medievales y modernos del Consulado de Bilbao, los restos del convento de San Francisco en la plaza del Corazón de María.
Corazón de María
Y quién nos iba a decir a nosotros, que nos íbamos a trasladar a la antigua Grecia desde la mismísima iglesia del Corazón de María convertida hoy en el Museo de Reproducciones artísticas:
Victoria de Samotracia
Iglesia neogótica erigida por Basterra a petición de Doña Casilda. Esculturas helenísticas praxitelianas y mitológicas, Moisés biblíco de músculos miguelangelianos y la apasionada guía serpenteante como los tentáculos de la Medusa.
Hermes (Praxiteles)
Moisés de Miguel Angel
Ensalada, humus, falafel, cous cous, unas botellitas de Marqués del Puerto y muy buen rollo.
No quedó aún ahí la cosa y nos desplazamos a la calle Cortes, a la coqueta tienda de confección de cortinas que ha abierto Marije, así que hemos pensado incluso en cambiar a la calle de nombre y ponerla ahora calle de las “Cortes y confecciones”.
Nos ha gustado mucho este paseo ornitointerculturalgastronómico por Bilbao La Vieja que vuelve a recobrar la vida comercial antaño perdida y a recuperar un barrio donde dicen que en realidad nació Bilbao.
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