viernes, 8 de marzo de 2013

CUMPLEAÑOS DE ARBA


El número 22 de la revista Quercus editado en la primavera de 1986 recogía la noticia de la  primera semilla de ARBA. Entre el 1 y el 2 de Marzo en una reunión celebrada en la Casa de Campo en Madrid sobre repoblación con especies autóctonas. Para conocer más detalles pinchar sobre la fotografía para leer lo que dice. Argumentos, ideas, exigencias que  con el transcurso de los años, unos cuantos desde entonces, se han ido consiguiendo.

 El segundo fruto, germen del actual árbol con sus correspondientes ramas autonómicas, arberas, lo situamos en la reunión de Valsaín de la imagen de arriba. Al reencontrarnos esta vez  por este medio digital  se nos escapa un sonrisa entre la comisura de nuestros labios. Además, de otro tipo de sentimiento, que cada uno ponga el suyo. Todos los que aparecen forman parte de la Historia de ARBA. Unos presentes, otros ausentes pero con lazos permanentes desde la distancia con lo que hacemos y lo que representamos. 
Nuestras armas son baratas en comparación con otras;  palas, picos, manos y mucha voluntad y constancia durante estos años. Nuestras balas, igualmente  sencillas, al alcance de casi todos; hayucos, castañas, bellotas y cualquier otro fruto y semilla que forme parte de nuestro entorno natural autóctono. No es el momento de aburrir con cantidades, cifras y datos que cuentan el número de especies de árboles y arbustos con las que hemos restaurado la cubierta vegetal de los pueblos y localidades por los que nos movemos. Es el momento de celebrarlo y la mejor manera es como estamos acostumbrados, como sugiere la instantánea de la parte inferior.

Una llama de fuego que para  nosotros lleva implícita una doble connotación:

a) Negativa porque se trata de un elemento traicionero y devastador, que arrasa con montes públicos y privados, pastizales, bellos parajes y majestuosos bosques por los que luchamos y en los que nos toca trabajar tras su paso.

b) Positiva ya que reunidos alrededor de una buena mesa, en un solsticio de verano por ejemplo, ahuyentamos por medio del conjuro a nuestros enemigos y evocamos deseos de futuro positivo en defensa de nuestros bosques autóctonos.

Permitidme  alzar una de esas tazas de barro desde la distancia, elevarla a la altura de mi cabeza y lanzar un brindis  por todos los y las que hacemos posible LAS ARBAS Y TXIRPIALES: Va por Ustedes.

P.D. Este pequeño duende que habita en el bosque y que se hace llamar el trasgo del sur quiere recordarles  el úitimo verso de la Canción de la Buena Gente de Bertolt Brecht:

Aunque  tal como somos no les gustamos,
Están de acuerdo, sin embargo, con nosotros.

1 comentario:

Pedro dijo...

Eh, que jovenes erais y seguis siendo.
Felicidades!!